sábado, 6 de septiembre de 2008

COMUNICADO

Estimados/as amigos/as:

Para los efectos de prestar un mejor servicio de información a los lectores de esta página, desde ahora me cambio a mi nuevo sitio:
www.hernanmontecinos.com

En éste mantendré la misma línea editorial, pero ensanchando su campo de visión a distintas áreas de las humanidades.

Esperando contar con su atención, espero encontrarlos de visita en mi nueva página

Por su atención

Gracias a todos Uds.

HERNÁN MONTECINOS
Escritor-ensayista
Valparaíso, Chile

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martes, 2 de septiembre de 2008

CARTA ABIERTA A DIOS

Por: Michael Moore
Fuente: www.rebelion.org (02.09.08)

Traducido por Manuel Talens

Querido Dios,

El otro día, la organización de James Dobson pidió a todos los creyentes que rezaran para que hubiese una tormenta el jueves por la noche que obligara a cancelar el discurso de aceptación de Obama.

Veo que has respondido a las súplicas del doctor Dobson, excepto que la tormenta que has enviado a la tierra no cayó sobre Denver, sino que está llegando a Nueva Orleans. De hecho, has previsto que alcance la Luisiana exactamente en el momento en que George W. Bush debía pronunciar su discurso en la Convención Nacional del Partido Republicano.

Ahora, Padre celestial, todos sabemos que tienes un gran sentido del humor y una sincronización impecable. El hecho de enviar un huracán en el tercer aniversario del desastre del Katrina y justo cuando se iniciaba la convención republicana ha sido, sin la menor duda, un golpe de divina ironía. No te lo reprocho, sé que estás muy molesto de que los republicanos trataran de culparte por lo del Katrina diciendo que era un castigo de Dios, cuando la verdad fue que el huracán causó pocas muertes en Nueva Orleans. Más de mil personas perdieron la vida a causa de errores y negligencias de seres humanos, no por tu causa.

Algunos de nosotros tratamos de ayudar una vez que paso el Katrina, mientras que Bush comía tarta con McCain y se rascaba la panza. Yo cerré mi oficina en Nueva York y envíe a todo mi personal a Nueva Orleans para que ayudara. Pedí a la gente de mi sitio web que contribuyera al esfuerzo y terminé enviando más de un millón de dólares en donaciones, alimentos, agua y suministros a Nueva Orleans (colectados por miles de fans). Tres semanas después de esto, los camiones frigoríficos de la FEMA (la agencia federal de Bush para el manejo de emergencias) todavía iban por el estado de Maine.

Pero la noche del jueves pasado el Washington Post informó que los republicanos habían empezado a hacer planes para posiblemente posponer su convención. La Associated Press acababa de indicar que en Nueva Orleans no había refugios para capear el temporal y que las reparaciones de los diques eran inadecuadas. En otras palabras, tal como hubiera dicho el gran Ronald Reagan, “¡Ya estamos otra vez con las mismas!”.

Lo último que necesitaban John McCain y los republicanos era una pantalla de televisión dividida en dos a través de USA: en un lado, Bush y McCain de francachela en St. Paul y, en el otro, imágenes en directo de su administración republicana cagándola otra vez mientras que Nueva Orleans se ahoga.

Sí, Dios, les has dado tal susto que no cesan de clamar Jesús, María y José y muchos millones de tus seguidores te saludan ahora quitándose el sombrero.

Pero cualquiera diría que tu broma no estaba dirigida sólo a Bush y a su cuadrilla. Según parece, el huracán Gustav se está dirigiendo a Nueva Orleans y a la costa del Golfo. ¡Oh, Señor!, escuchamos fuerte y clara tu voz, igual que lo hicimos cuando el reverendo Falwell dijo que nos enviaste el 11-S en castigo por todos esos gays y lo de los abortos. Te suplicamos, ¡Oh, Padre misericordioso!, que no nos castigues de nuevo como Pat Robertson dijo que hiciste al enviarnos el Katrina porque en USA “matamos nonatos al por mayor”. Otros republicanos se hicieron eco de su sentir en 2005.

He aquí mi súplica: no le hagas esto a la Luisiana de nuevo. Los republicanos han entendido tu mensaje. Tratan a duras penas de mandar aviones, trenes y buses a Nueva Orleans y hacen lo que pueden para que todo el mundo pueda salir de allí. Esta vez no han enviado a Iraq la Guardia Nacional de la Luisiana: ya está patrullando las calles de la ciudad. Y, en cumplimiento de un designio que no acabo de entender, el director de la FEMA de Bush acaba de nombrar a un hombre para que organice la respuesta del gobierno federal. Se llama W. Michael Moore. No, Padre celestial, no estoy de coña. Para salvar la costa del Golfo han enviado a un hombre que tiene un nombre como el mío, precedido por una W como la del George.

Así que, Dios, por favor te lo pido, haz que la tormenta muera en el mar. Ya ha hecho bastante daño. Si me concedes este favor, te prometo que no volveré a invocar tu nombre. Dejaré que lo hagan los seguidores del doctor Dobson y los que se reúnen esta semana en St. Paul.

Tu fiel servidor y antiguo seminarista,

Michael Moore
MMFlint@aol.com
MichaelMoore.com

Post scriptum a todos los hijos de Dios que lean esto: la ciudad de Nueva Orleans todavía no se ha recuperado del Katrina. Se ruega que pinchen aquí para informarse de la lista de cosas que pueden hacer con el fin de ayudar a nuestros hermanos y hermanas de la costa del Golfo. Y si viven en la costa del Golfo, tomen inmediatamente todas las precauciones necesarias para su seguridad.

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EL HURACÁN GUSTAV Y SU DEVASTADOR PASO POR CUBA Y ESTADOS UNIDOS

Por: J.M. Álvarez
Fuente: Kaos en la red 802.09.08)

El huracán “Gustav” ha dejado en el Caribe un saldo de 85 fallecidos, y un dato revelador: ninguno de ellos era cubano. Ese sapo se lo han tenido que tragar, una vez más, los medios de información occidentales que, probablemente, se habrían frotado las manos si la historia hubiera sido diferente. Tendrán que seguir esperando.

“Gustav” tocó tierra cubana el sábado, 30 de agosto, con vientos sostenidos de 240 kilómetros por hora, es decir, categoría 4 en la escala Saffir-Simpson. La provincia más afectada fue Pinar del Río. En su trayectoria por la isla, el huracán causó 18 heridos, ninguno grave, y destruyó, total o parcialmente, 90.000 viviendas. Todas serán reconstruidas.

“Gustav” tocó tierra estadounidense el lunes, 1 de septiembre, en la costa del Golfo de México, al oeste de Nueva Orleans, con categoría 2, o sea, la mitad de la fuerza con la que golpeó Cuba, sin embargo ha provocado, como mínimo, 7 muertos y que 80.000 personas tengan problemas de variada índole, como casas anegadas y con destrozos (además de cortes totales de electricidad). Sus propietarios tendrán que resolver por sus propios medios los daños. Pobre de aquel, que carezca de seguro.

Hugo Chávez recomendó a la Casa Blanca, horas antes de la llegada del huracán, que atendiese mejor a la población para que no se repitiera lo ocurrido en 2005 con el “Katrina”. Si bien la limpieza étnica de 2005 (la mayoría de los fallecidos fueron negros) no se ha repetido en esta ocasión- debido en parte, a las críticas que recibió entonces el Gobierno Bush- la presencia, nuevamente, de víctimas mortales evidencia que Washington no ha hecho demasiado caso al mandatario venezolano.

Teniendo en cuenta que la vida humana no se puede valorar, y por tanto está por encima de cualquier otro tipo de pérdidas, las cifras hablan por sí mismas:

“Gustav”, un huracán con categoría 4 a su paso por Cuba, no causó víctima alguna en un país pobre y subdesarrollado.

“Gustav”, un huracán con categoría 2 a su paso por EEUU, dejó siete muertos (por ahora) en el país más poderoso del planeta.

¿Quién se preocupa por todos sus ciudadanos sin excepción?


J.M. Álvarez en Kaos en la Red

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"ESE SOL DEL MUNDO MORAL"... A LOS CINCO HERMANOS INVULNERABLES

Por Ricardo Alarcón de Quesada
Fuente: www.insurgente.org (01.09.08)

“Ese sol del mundo moral” (de Cintio Vitier)

inSurGente.- “(…)La fusión combativa de blancos y negros, de amos y esclavos que habían dejado de serlo, las cruentas campañas militares y las enconadas pugnas internas en que consistió la Guerra de los Diez Años, le enseñaron al cubano, por encima de todas las decepciones, el verdadero rostro de la Patria: ese rostro, surcado de lágrimas, salpicado de sangre, era el rostro de la justicia y de la libertad. Lo sabían los jefes y lo sabía la masa, lo sabían los héroes conocidos y los héroes anónimos, lo sabían también los tibios, los oportunistas y los traidores. A través del fragor de los combates, la patria se hizo visible para todos. Cada cual pudo escoger servirla o no. Nadie pudo, ya, desconocerla(…). No cabría aquí reseñar el último medio siglo de realizaciones y fracasos, de riesgos y alegrías, de amor y sacrificios. Sólo diré que nunca antes, en tiempo tan breve, se hizo tanto por la justicia, la libertad y la dignidad de tantos. Nunca antes pueblo alguno fue capaz de entregar tanto amor y solidaridad por todos los rincones de la tierra(…)”.

A Gerardo, Ramón, Antonio,
Fernando y René

Concluyen las actividades del verano para promover el libro y la lectura que han juntado a los escritores con su pueblo repitiendo una práctica que felizmente forma parte ya de nuestras tradiciones culturales. Cerramos hoy apenas un capítulo pues este acercamiento y diálogo fecundo nunca terminará.

Lo hacemos ahora ante el recuerdo de quien consagró su vida a despertar conciencias y a iluminar, a forjar hombres y sembrar virtudes, a educar. En tiempos y lugar poco propicios para la espiritualidad, el pensamiento y la cultura José de la Luz y Caballero dio testimonio de sabiduría y compromiso, en su apasionada búsqueda de la verdad y en el esfuerzo tenaz por transmitirla siguiendo la ruta escabrosa que habían abierto el Padre José Agustín Caballero y sobre todo el santo fundador Félix Varela.

El libro que se presenta en esta ocasión es, sencillamente, imprescindible, debería acompañarnos cada día a todos los cubanos y las cubanas. Merece ser amado porque fue escrito con mucho amor por un poeta enamorado de su Patria, el imprescindible Cintio Vitier.

Publicado originalmente en México ese Sol del mundo moral ha vivido una existencia sorprendente. Cuando acá muchos eran adictos a manuales estériles y a una escolástica insípida, apareció en el exterior este que debió ser libro de cabecera para nuestros jóvenes y haber colmado sus aulas y bibliotecas y sin embargo tuvimos que esperar más de veinte años por la primera edición cubana.

Pero sucede que un buen libro, vive, es un ser real y es el mejor amigo del hombre. Y como los verdaderos amigos acuden siempre en los momentos más difíciles el Sol de Cintio vino a alumbrarnos en 1996.

Parecía que se cerraba el círculo, como después de la Guerra Grande, como en 1898 y 1933, otra vez el imposible alzaba su mueca terrible ante la Patria asediada, sola frente a un Imperio que se creía dueño del mundo. Fue en 1996 también que Washington promulgó la Ley Helms-Burton, insolente adefesio, aun vigente, con su siniestro plan de aniquilar a Cuba y a su pueblo.

El libro de Cintio llegó cuando más lo necesitábamos. Sus páginas descubren lo esencial cubano y nos ayudan a andar por los caminos singulares de un pueblo que se forjó a si mismo laboriosamente, frente a obstáculos que otros no conocieron, con la lucha heroica y anónima de los esclavos que fueron los primeros cubanos porque se adelantaron a todos en dar la vida por la libertad, y el empeño noble y generoso de los maestros insignes que frente al autoritarismo mediocre trataron de crear un pensamiento propio y concibieron una Patria que sería encarnación de la justicia, de “toda la justicia” en la insuperable definición martiana. Unos y otros, casi siempre sin saberlo, enfrentaban la amenaza de anexión de quienes escudándose en el engaño y practicando los peores métodos de violencia y racismo se apoderaban de tierras ajenas, diezmaban sus poblaciones y extendían la servidumbre y la opresión en nombre de un Dios falaz y una modernidad que surgía empapada en sangre.

Nada hay más extraño al sentimiento cubano que cualquier manifestación de chovinismo. Pero nada tiene mayor importancia para nosotros que la conciencia de lo que somos y de donde venimos. Es difícil, muy difícil, encontrar algo que nos ayude más a conocernos y a comprender el sentido de nuestra marcha como pueblo que este libro bello y breve. Su autor, lo sabemos, sólo peca de modestia incurable y no se cansa de decirnos que no se propuso un texto de empaque erudito ni que abordase a fondo los diversos factores que suelen atraer la atención de historiadores y científicos sociales. Él hizo mucho más. Este libro descubre, ilumina y sobre todo inspira.

La comprensión cabal de la naturaleza de lo cubano es punto de partida y sustento irremplazable para la salvaguarda de una identidad nacional y una cultura que han existido siempre bajo la amenaza y el peligro. Para ello debemos asumir lo que es radicalmente nuestro, lo que nos distingue y nos hace ser lo que somos. Podemos hacerlo sin cometer falta alguna porque lo esencial cubano es a la vez profundamente universal. ¿Quién sino José Martí afirmó que “Patria es Humanidad” y lo hizo cuando Cuba tras haber derramado ríos de sangre y sacrificios durante casi un siglo, pugnaba aun dolorosamente abandonada, por alcanzar su propio, pequeño espacio bajo el sol?

Permítanme repasar ciertos rasgos que hacen de nosotros quienes somos.

Lo primero, si se le compara con el resto del Continente, es la demora en el surgimiento del movimiento nacional para la independencia política por causas que encontramos en las características de la sociedad colonial. Ante todo la esclavitud africana omnipresente en la economía y en toda la vida social (recordemos al Padre Caballero: “brazos que sostienen nuestros trenes, mueblan nuestras casas, cubren nuestras mesas, equipan nuestros roperos, mueven nuestros carruajes y nos hacen gozar los placeres de la abundancia”). El Siglo XIX había comenzado con la masiva introducción de esclavos que llegaron a constituir la mayoría de una población que se incrementaba también con la llegada de una numerosa inmigración europea libre. La Isla se poblaba y enriquecía al tiempo que se retardaba la integración de la sociedad colonial. El fundamento de todo era la esclavitud. En favor de perpetuar el infame sistema estaba no sólo el poder colonial sino también la sociedad en su conjunto. Tanto que Saco pudo decir que era más peligroso ser abolicionista que ser independentista.

La oligarquía criolla, que en la América española lideró el movimiento separatista, en Cuba sostuvo al dominio colonial o se agotó en reclamarle tímidas reformas mientras un sector –con el patrocinio de Washington- buscaba la incorporación a los Estados Unidos. Esa clase no adquirió nunca conciencia nacional, actuó siempre movida por la codicia y el interés material que requería ante todo mantener la infamia.

Hubo excepciones nobilísimas. Heredia nuestro primer poeta y Varela, el pensador y el político que diseñó la Patria antes que nadie. Fueron voces que todavía conmueven nuestros corazones pero en su tiempo quedaron como anticipaciones geniales del porvenir, no era posible que entonces encontraran eco en un movimiento nacional cuyo tiempo aun no llegaba. Influyeron ciertamente sobre otros que llegada la hora reconocerían en ellos a su más iluminados profetas.

Fueron las masas esclavas las iniciadoras de la rebeldía en aquella sociedad que aun no se transformaba en nación y la primera conspiración cubana la encabezaría un negro libre habanero, José Antonio Aponte. Nos acercamos al bicentenario de su ahorcamiento y quiero expresar la certeza de que le rendiremos el tributo que debemos.

Aislados en sus barracones, carentes de los medios para articular sus luchas, diseminar sus ideas, y crear un movimiento nacional, se alzaron una y otra vez como en las grandes sublevaciones de Matanzas que fueron literalmente ahogadas en sangre y condujeron a la pérfida represión de la Escalera y a sus infames torturas. Sus proezas dieron incontables héroes y mártires cuyos sacrificios fueron ignorados por la sociedad colonial y sepultados en el olvido por la historiografía burguesa. Pero la Historia tiene razones que suelen escapar al historiador. Esperan que las alumbre la visión del poeta.

Desconectada de la hazaña de los esclavos ocurría otra brega recluida ésta en los claustros y reflejada en publicaciones impresas que circulaban entre la minoría culta. A partir de la sólida refutación de la escolástica iniciada por Caballero y Varela brotó en nuestras aulas una corriente de pensamiento que aspiraba, nada menos, que a crear “una sophia cubana que fuera tan sophia y tan cubana como lo fue la griega para los griegos”. Ese pensamiento cubano en formación nació de una reflexión universal, humanista, que trascendía la isla como prueba la gran polémica filosófica de 1838-1839, cuyo eje central fue Luz, portador de las ideas de Varela, polémica que fue definida como el suceso más original en la historia del pensamiento latinoamericano.

Este pensamiento cubano surgido de hombres que eran beneficiarios del régimen esclavista tuvo sus cimientos en la ética y el ejercicio libre del criterio, el pensar con cabeza propia que permitió imaginar a Cuba “tan isla en lo político como lo es en la geografía” y una sociedad fundada en la justicia y la solidaridad humana. Lo plasmó Luz en sentencia memorable que honra este libro: “Antes quisiera, no digo yo que se desplomaran las instituciones de los hombres -reyes y emperadores-, los astros mismos del firmamento, que ver caer del pecho humano el sentimiento de justicia, ese sol del mundo moral”.

Por levantar ese sol se afanaban ya otros lejos de la capital. En sus logias conspiraban y juraban hacer guerra a muerte a la explotación y la discriminación del hombre por el hombre. Un abogado, escritor, poeta, animador cultural, prisionero y desterrado varias veces, perseguido siempre, se adelantó a todos. La voz de Carlos Manuel de Céspedes alumbró más que el sol la mañana del 10 de Octubre de 1868. Convocados por la misma campana que cada día les ordenaba trabajar en tierra ajena, arrancados de la suya y de sus familias y de su pasado, privados de su dignidad, reducidos a herramientas productoras de riquezas, aquello hombres encaraban por última vez al amo que ahora les hablaba un lenguaje extraño, incomprensible. “Ciudadanos” fue la primera palabra que escucharon. Después le oyeron decir que eran hombres libres y escucharon su invitación a unírsele, si querían libremente hacerlo, para luchar por la libertad de los demás y por la de la Patria que en ese instante comenzaba a nacer. Los tambores africanos, ya sin cadenas, retumbaron por primera vez en el territorio libre de Cuba.

Se había producido una ruptura histórica. La clase de los propietarios blancos se escindía, en ella había aparecido un sector que imbuido de las ideas más radicales del pensamiento cubano, proclamaba la fusión inseparable de la independencia política con la Revolución social. La tea incendiaria sería su símbolo más alto y la invasión al Occidente dominado por la sacarocracia para sublevar a los esclavos y destruir la base de sustentación de la colonia fue el fin estratégico que los patriotas no pudieron conseguir. La guerra más cruenta y prolongada, enfrentando un ejército superior al que España había desplegado medio siglo antes en todo el Continente, tuvo un escenario limitado a la parte más pobre y menos desarrollada de la isla. Durante los diez años que duró la contienda la producción azucarera continuó creciendo y con ella la riqueza de los amos. Contra los revolucionarios conspiraron los poderosos oligarcas que en concierto con Washington promovían la anexión a los Estados Unidos cuyos gobernantes a lo largo de la guerra apoyaron a España y persiguieron con saña a la emigración patriótica. Representantes de esa oligarquía enquistados en el movimiento independentista intrigaron para dividirlo y socavar las medidas revolucionarias. El doloroso resultado es bien conocido. Pero la terrible derrota ocultaba una victoria verdadera que Cintio sintetizó en palabras que no se pueden leer sin emoción.

“La fusión combativa de blancos y negros, de amos y esclavos que habían dejado de serlo, las cruentas campañas militares y las enconadas pugnas internas en que consistió la Guerra de los Diez Años, le enseñaron al cubano, por encima de todas las decepciones, el verdadero rostro de la Patria: ese rostro, surcado de lágrimas, salpicado de sangre, era el rostro de la justicia y de la libertad. Lo sabían los jefes y lo sabía la masa, lo sabían los héroes conocidos y los héroes anónimos, lo sabían también los tibios, los oportunistas y los traidores. A través del fragor de los combates, la patria se hizo visible para todos. Cada cual pudo escoger servirla o no. Nadie pudo, ya, desconocerla”.

Fue necesario el genio y el apostolado de José Martí para acercar a las fuerzas dispersas, ayudarlas a perdonar agravios y cicatrizar heridas y diseñar una estrategia para la victoria conducida por un Partido que uniese a todos. La guerra necesaria debería abarcar simultáneamente las diversas regiones del país y ser breve para impedir la intervención norteamericana que el Apóstol veía como el peligro mayor.

Ahí aparece otro rasgo fundamental que distingue de otras la historia cubana. Fuimos los últimos en desatar la lucha por la independencia y los únicos que debimos enfrentar no sólo al viejo poder colonial sino al mismo tiempo al imperialismo norteamericano que estrenó aquí sus armas. Fuimos los únicos también que concluimos nuestra guerra de independencia con el fracaso. Pero nuestra lucha estuvo animada por un pensamiento propio, raigalmente autóctono y a la vez universal, humanista y desde el comienzo asumió necesariamente un carácter de revolución social radical, portadora de futuridad, anunciadora del mundo por venir.

La abolición de la esclavitud, acción en sí misma de enorme significación que trascendía las zonas liberadas distinguió al cubano de todos los movimientos separatistas que, con excepción de la revolución haitiana, ocurrieron en el Continente Americano. Aquellos habían preservado intacta en lo fundamental la estructura de la sociedad colonial y en el caso de Norteamérica mantuvo la esclavitud, la consagró en su Constitución y la llevó a nuevos territorios sobre los que se expandió.

El proceso iniciado el 10 de Octubre iba mucho más allá del abolicionismo. Se trataba de restituir a los antiguos siervos en palabras de Céspedes “su natural calidad de hombres libres, ejercitando su personalidad con toda amplitud, gozando de los mismos derechos civiles y políticos que los demás ciudadanos con perfecta igualdad”. En ninguna otra parte del planeta se proclamaba entonces algo semejante. No era sólo una guerra por la independencia lo que habíamos iniciado. Era, en la definición de Antonio Maceo, “la guerra por la justicia”.

La utopía cespedista, por si fuera poco, fue llevada a la práctica, se hizo realidad en Bayamo y comarcas aledañas en una experiencia revolucionaria que duró tres meses y aun espera ser rescatada del olvido.

No pasó inadvertida, sin embargo, en su momento, a quienes trataban de frenar y desviar al movimiento patriótico. Los anexionistas infiltrados en él mostraron su alarma y uno de sus más ilustrados portavoces afirmó con sorprendente lucidez el 24 de octubre de 1868: “Nunca se ha encontrado Cuba más cerca de una verdadera revolución social y socialista”.

Treinta años después el ideal cubano se hundía en el abismo. Ya no teníamos a Martí ni a Maceo como no tuvimos a Agramonte ni a Céspedes para impedir la deshonra del Zanjón.

Lo que vino después lo caracterizó Cintio de este modo: “La colonia era una injusticia; no era un engaño. La neocolonia yanqui era ambas cosas. Al convertir en simulacro y farsa lo que había sido el ideal de varias generaciones de héroes y mártires, atentaba impunemente contra la raíz misma de la patria”. En la brutal represión contra los independientes de color “la conexión entre el anexionismo y el racismo se ponía trágicamente de manifiesto”. Con la neocolonia habíamos caído en un barranco que parecía imposible remontar. “sus métodos de envilecimiento”, recuerda Cintio, “eran mucho más profundos, complejos y sutiles, al extremo que, para que una minoría tomara plena conciencia de la nueva realidad, fue necesario llegar a puntos extremos en el proceso de descomposición del país, así como el surgimiento de una nueva hornada de jóvenes que, dejando atrás el liberalismo decimonónico, se pertrechara con nuevas armas ideológicas, a la vez que reanudaba el hilo de fuego de la tradición mambisa y martiana”.

Fue necesario el sacrificio de dos generaciones más para alcanzar el alba de 1959. De nuevo nos salvó la originalidad. Si bien fuimos últimos en iniciar la marcha alcanzamos primero la definitiva independencia a la que muy temprano convocara Martí.

Pudimos derrocar a la tiranía batistiana, armada hasta los dientes por el imperialismo del que era servil instrumento, precisamente porque una nueva hornada juvenil dirigida por Fidel Castro supo ignorar dogmas y quebrar esquemas, y elaboró por sí misma una estrategia revolucionaria hasta entonces inédita en América Latina y que no tiene otros referentes que la tradición mambisa y martiana.

Triunfaba al fin la Revolución de Céspedes y Agramonte, de Martí y Maceo.

No cabría aquí reseñar el último medio siglo de realizaciones y fracasos, de riesgos y alegrías, de amor y sacrificios. Sólo diré que nunca antes, en tiempo tan breve, se hizo tanto por la justicia, la libertad y la dignidad de tantos. Nunca antes pueblo alguno fue capaz de entregar tanto amor y solidaridad por todos los rincones de la tierra. El rostro de la Patria pudo al cabo sonreír entre las lágrimas y la sangre que no han dejado de fluir porque el Imperio no ha cesado un instante en sus torvos designios. Ese es otro rasgo distintivo, único, de la experiencia cubana. Nunca antes ningún otro pueblo ha debido resistir por un período de tiempo tan prolongado los intentos de extermino en los que persiste el imperio más poderoso, zafio y arrogante de la historia. Nadie ha encarado jamás desafío semejante.

En otro texto luminoso Cintio dejó advertencias que debemos recordar: “Lo que está en peligro, lo sabemos, es la nación misma. La nación ya es inseparable de la Revolución que desde el 10 de Octubre de 1868 la constituye, y no tiene otra alternativa: o es independiente o deja de ser en absoluto. Si la Revolución fuera derrotada caeríamos en el vacío histórico que el enemigo nos desea y nos prepara, que hasta lo más elemental del pueblo olfatea como abismo. A la derrota puede llegarse, lo sabemos, por la intervención del bloqueo, el desgaste interno, y las tentaciones impuestas por la nueva situación hegemónica del mundo”. Más adelante, después de afirmar que “estamos en el momento más difícil de nuestra historia” nuestro poeta sentenció: “obligada a batirse con la insensatez del mundo a que fatalmente pertenece, amenazada siempre por las secuelas de oscuras lacras seculares, implacablemente hostilizada por la nación más poderosa del planeta, víctima también de torpezas importadas o autóctonas que nunca en la historia se cometen impunemente, nuestra pequeña isla se aprieta y se dilata, sístole y diástole, como un destello de esperanza para sí y para todos”.

Lo anterior fue escrito hace quince años. La hostilidad contra Cuba no ha cesado. Nuestro enemigo sigue siendo el mayor poder de la Tierra pero son visibles los signos de su declinación inevitable. Nuestra América avanza hacia la independencia verdadera, crece una nueva solidaridad entre nuestros pueblos que se afanan, cada cual a su manera, por edificar un mundo nuevo, el del socialismo diverso, multicolor, que a todos llama y a nadie excluye. Hace falta, en esta hora crucial, retomar lo mejor de nuestra tradición intelectual poner en tensión nuestra capacidad de pensar y contribuir a la creación de la teoría necesaria para guiarnos en esta etapa histórica específica, la del llamado capitalismo neoliberal globalizado que puede y debe ser la del principio del fin del imperialismo.

Pero que nadie se haga ilusiones. En esta etapa los peligros que acechan a Cuba son aun mayores. No olvidemos la advertencia martiana: el tigre peleará hasta morir “con las zarpas al aire, echando llamas por los ojos”.

El anexionismo es una amenaza real en leyes, planes y acciones que se manifiestan con impúdica procacidad. Los anexionista del siglo XIX incluían personas cultas y a algunos que sacrificaron sus vidas por conseguir sus propósitos; los de hoy forman un anexionismo parasitario, patética chusma de batistianos, terroristas y maleantes de toda laya pagados por el presupuesto yanqui. Contraste semejante se ha operado del lado del Imperio: de Jefferson a W. Bush, ambos anexionistas, pero el primero escribió la famosa Declaración que el segundo es incapaz de leer.

Esa gentuza jamás perdonará a Cuba su independencia y que hayamos alimentado la esperanza de millones incluso en los momentos más angustiosos. Pero no podrán derrotarnos jamás si somos capaces de luchar como nos ha enseñado Cintio Vitier. Lo dijo con precisión en otro texto memorable: “en la hora actual de Cuba sabemos que nuestra verdadera fortaleza está en asumir nuestra historia”.

Por haberla asumido cabalmente son fuertes, invulnerables, como lo será la Patria, los Cinco hermanos a quienes he dedicado estas palabras.

Ricardo Alarcón de Quesada
29 de agosto de 2008

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¿HACIA DONDE VAMOS?

Por: Pedro Piñones Diaz
Fuente: www.g80.cl (02.09.08)

Después de la Segunda Guerra, el mundo y hasta en los momentos actuales se esta quedando sin campesinos, el mundo se a ido urbanizando casi al 80%, este mundo actual que esta dominado por los exámenes escolares, un mundo de enunciación femenina, un mundo que a cambiado las relaciones humanas heredadas del pasado irrecuperable, por un mundo mejor, que navegue entre los océanos del avenir, ese mundo desconocido, hay que ganarlo, porque la evaluación que podemos hacer del pasado es y de una desigualdad espantosa, donde solo una clase social tuvo la hegemonía, pero este será hasta cuando?

El mundo que vivimos hoy día, es una explosión, la Ciudad planetaria, y todos los particularismos se desarrollan, entonces deviene para los pueblos, un verdadero problema el mundo bipolar, el mundo a devenido aldeano y mundial, es un mundo del dinero, de la tecnología, de la información, de las mercaderías que cruzan libremente las fronteras a la velocidad del viento, donde los viejos estados tratan de agruparse para hacer frente a ese mundo bipolar, mientras otros profitan de esas vías, con la mundializacion las banderas de casi un tercio de los países que flotan en el planeta no existían hace 50 años, nosotros vivimos en un mundo desequilibrado, instable, donde sobre 6 mil millones de habitantes de la tierra, 2 mil millones de personas, o sea casi la mitad, tienen menos de 1 euro al día para vivir, en Asia del sur se vive con 0,46 centimo de euro.

Sin embargo nosotros vivimos en la ilusión que en el mundo no hay guerras, en una Europa con fronteras movibles, los grandes países de este continente, o sea Francia y Alemania practican una política europea de geometría variable, que hace mover y acciona el motor de esos dos países, aprovecha de sus otros aliados para contrarrestar la hegemonía americana, entonces podemos decir que después de 1989, la caída del muro de Berlín, vivimos en un nuevo mundo, esparcido, pluralista, caótico y desigual, en definitiva nada ha cambiado

Y después si todo será siempre nuevo, entonces llegaremos a momentos, donde mismo lo nuevo no será nuevo, podemos ironizar respecto de los pensadores del capital, los que ponen y consagran todos sus conocimientos a la hiperpotencia americana, y después de todo ensayar, habrá que ponerse a resguardo, porque después de esta orgía, habrá que poner orden, y ese orden vendrá justamente de las clases humilladas por este sistema, si hay que empujar el desarrollo de la organización popular y ayudar a que la liberación desemboque en el firmamento real de la libertad de todo tipo, pero a condición de no darle lugar a los "profetas", a los mercaderes del Apocalipsis socialdemócrata, y las derechas, esos son los nuevos desafíos para aquellos que aun pensamos que es posible,

La lucha heroica contra el criminal Pinochet por ejemplo, todo su peso se lo llevo la juventud y el PC una parte del PS, que se jugaron por un cambio radical en Chile, las fuerzas honestas de la oposición de la izquierda: izquierda, parte de las bases de la iglesia y las organizaciones revolucionarias. Pero llegado el momento de pasar a etapas superiores de la lucha, apareció la DC, parte del PS reformistas y todos sus lacayos para "dialogar" con los criminales y los protegieron y aun los protegen, en queria decir con eso de: “crear 1 y 2 y 3 Vietnam”, entonces no es casual que hoy dia por primera vez en un siglo un candidato militante de la derecha economica marque casi un 60% de apoyo.

Y se apropiaron del baile y de la musica y le hicieron reverencia a los Estados Unidos, al Vaticano y a la social democracia, esta situación no debe volver a repetirse, que nunca mas le quiten con mentiras el derecho a gobernarse a los pueblos, por ese que hoy día tenemos nuevos desafíos, para relanzar la lucha que si se actúa bien será planetaria, ya que contra la nundializacion llegan nuevos estamentos a luchar contra ese monstruo que es el capital, hay que abarcar a esta lucha todo lo que nos rodea, la ecología, la desmilitarización del planeta, la lucha de las etnias, la prevención, todo hay que plantearlo, evitar todos los peligros de guerras imperialistas, que no nos digan mas, que la política internacional, se maneja de la ONU, alli donde los delegados deciden la suerte del mundo y a estos delegados nadie les dio un voto, me gusta la democracia, decía Víctor Jara, este organismo corrompido debe simplemente ser borrado, para construir el parlamento mundial de los pueblos, que los representantes vayan alli elegidos por sus pueblos.

Porque necesitamos transitar por los principios de responsabilidad, los pueblos tomaran nota de los actos de sus representados y en consecuencia actuaran.

Se han repartido el mundo, como han querido, este dominio es dirigido por los estrategas yanquis, es una mina que va explotar, han echo retroceder la soberanía a limites increíbles, los territorios han sido mal administrado, porque hoy día hay mas hambre, que cuando llegaron estos “salvadores”, y quien nos librara de estos salvadores? Habrá que darle a la soberanía una nueva transformación, que en esta hora de la mundializacion, no tendremos una nueva elección?, en Europa y en América, porque nos están vendiendo eso que llaman " la soberanía compartida" acaso en Chile no hay mas pobres que hace 30 años, es que en Bolivia los mineros han mejorado su standard de vida? Es que los Argentinos viven mejor

Esta geografía de larga vida, hay que ponerla al orden del día, porque los pueblos aun no han dicho su ultima palabra, nada se queda fuera de tiempo, como quieren los pensadores del capital, habrá que saber que las guerras son previsibles, que las revoluciones no se anuncian, habrá que recoger toda la enseñanza del pasado, ir a estudiar la historia de los pueblos, para desembocar en una revolución, porque estamos empezando a vivir de nuevo y muchos sin saberlo, el cambio mas grande y profundo y rápido de todos los tiempos, porque como decía después de 1945, el mundo se esta quedando y por la primera vez de su historia sin campesinos, un mundo urbanizado en un 80%,entonces seremos incapaces de vencer el hambre, de evitar la tribalizacion, las rabias étnicas entre los pueblos, Israel y la Palestina por ejemplo, esta guerra esta "organizada por los mercaderes de armas.

Hoy día y es la realidad las nuevas formas de guerras, no es una especie inédita de guerra contra de los pueblos, la injerencia y el uso, de la fuerza son en esta hora la única respuesta del capital y de sus marionetas, estos no han renunciado a someter en forma perpetual, y sus alianzas con los estados pobres, siempre son para su exclusivo interés

Los países en vía de desarrollo no han dicho su ultima palabra, los mercados abiertos, por ahora satisfacen a algunos países emergentes, pero este camino esta cruzado por las desigualdades, entre los mas ricos y los mas pobres, el crecimiento de las desigualdades, será hasta cuando?, para un futuro deseable, vendrá el progreso?, es que hoy día los hombres son mas contentos que ayer?, es que el mundo moralmente es mejor?

Debe entenderse que nosotros estamos viviendo una grande "pasada", nuestro mundo requiere de nuevas filosofías para analizar la historia y emprender el futuro en confianza, esta pasaje al futuro no será, para nada calmo, un mundo que comienza a rehacerse, ayudemos, pongámonos nosotros hombres y mujeres y sinceros combatientes y antimundialistas de pie, todas nuestras energías para ese futuro que comienza a nacer, y no podemos equivocarnos esta vez, no vendrán los pillos de siempre a aprovecharse de esta esfuerzo planetario, son los pueblos que hacen los cambios, entonces devolvamos la palabra a nuestros pueblos

Pedro Piñones Diaz
Fontaine Francia

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lunes, 1 de septiembre de 2008

MISERABLES SINVERGUENZAS

Por: Arturo Alejandro Muñoz
Fuente: www.thepaskin.cl (01.09.08)

LA FRASE NO implica injuria, falta de respeto ni despropósito. Por el contrario, ante los hechos que rutinariamente provocan muchos parlamentarios, ella suena incluso tibia, medida, insuficiente. Y si tomamos como ejemplo la última medida ‘democrática y solidaria’ adoptada por un grupo de diputados, la frase en cuestión podría considerarse cobarde y timorata.

El poder omnímodo que creen poseer los habitantes del Congreso Nacional, sumado ello a la pusilánime pasividad de la ciudadanía y al silencio cómplice de mucha prensa, ha agusanado las conciencias de los ‘honorables’ e incrementado inmoralmente el tamaño de sus chequeras, posibilitándoles un campo abierto para cometer actos que en cualquier sociedad moderna y civilizada les significaría soportar la arremetida violenta de las masas populares. Pero en Chile, hoy, son escasos los electores que se atreven a enfrentar las sinvergüenzuras de los miembros del Poder Legislativo.

Escribo estas líneas pocas horas después de haberse enterado el país que los ‘representantes del pueblo’ se auto asignaron una cuota de 160 litros de combustible al mes, gratis por cierto, a objeto de -según ellos- financiar en parte los costos de traslados en sus respectivo automóviles.

Recordemos que un diputado cuenta con una dieta parlamentaria base de cuatro millones de pesos ($4.000.000), a los que se agregan varios colgajos que hacen subir la mentada dieta a una cifra cercana a los diez millones de pesos mensuales ($10.000.000). Recordemos también que el salario mínimo en Chile no supera los ciento sesenta mil pesos ($160.000). Ese ejemplo basta para comprender a cabalidad qué significa la brecha económica, pues un parlamentario obtiene un ingreso sesenta veces superior al de un obrero…y tres veces mayor que el ingreso obtenido por diputados de países hermanos.

Los chilenos estamos pagando una elevada cifra por los servicios de nuestros parlamentarios, y ellos en verdad no rentan lo suficiente si consideramos la escasa productividad legislativa medida en bienestar social nacional.

No se condice la actitud de los legisladores frente a las disposiciones acordadas por el gobierno en cuanto a reducir al máximo los gastos de ministros y subsecretarios en este período de crisis económica. Para algunos senadores y diputados la situación problemática en que se inserta la república no logra inquietar sus espíritus ni sus bolsillos.

Por el contrario, mientras mayor sea la gravedad de la economía nacional, mientras más grandes sean las pellejerías que sufre la población, ellos hacen lo imposible por agenciarse nuevos y gruesos ingresos, muchos de los cuales resultan ser absolutamente injustificados, como es el asunto de los 160 litros mensuales de combustible para sus coches, habida consideración que ya cuentan con pasajes gratuitos en varios medios de locomoción y transporte. Abofetean a la gente y luego se ríen de lo hecho, para volver a abofetearla impunemente. Son, para decirlo claro y fuerte, unos miserables sinvergüenzas.

Y si echamos un ojo a lo que ocurre en municipios con las vivarachadas y frescuras de algunos concejales y alcaldes, el problema sube de tono alcanzando definitivamente características de delito. Lo demostró de forma irrefutable el programa periodístico ‘Contacto’, emitido por Canal 13 de televisión el día martes 19 de agosto recién pasado.

Millones de telespectadores observaron en las pantallas el turisteo en Miami de algunos concejales so pretexto de asistir a un seminario internacional; pero los pillines cambiaban las clases por ‘shopping’ en tiendas y centros comerciales para, una vez de regreso en Chile, negar cínicamente lo que las cámaras de televisión grabaron y, además, demorar semanas completas la rendición de cuentas y el respectivo informe de su actividad ‘vacacional’ financiada con dineros municipales.

Es aquí donde encontramos la alianza de sinvergüenzas y miserables, o de políticos y concejales, pues son los primeros quienes nominan a los segundos como candidatos a sillones en los concejos municipales. El acuerdo entre ellos pareciera ser ‘robar con desparpajo y profitar sin remordimientos’. Poca duda cabe que en esta próxima elección edilicia de octubre, muchos de aquellos delincuentes vestidos de concejales estarán presentes en los listados de sus respectivas tiendas políticas para volver a apañar dineros dulces.

La actual clase política ha tejido un enmarañada red amparada en leguleyadas paridas por los legisladores, y con esa argamasa –en la que no tiene cabida la gente honesta porque se ha construido contra ella- se está exprimiendo al país día a día merced a la total desinformación que permite y prohíja la prensa ‘seria’, cooptada por los mismos que roban a destajo desde los puestos de representación popular.

Lo dicho…no sólo son unos miserables sinvergüenzas, sino también delincuentes, cínicos y cretinos. Los fríos hechos lo confirman.

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TRANCAS SEXUALES Y CONVICCIONES RELIGIOSAS

Por: Manuel Martínez Opazo
Fuente. www.lanacion.cl (01.09.08)

La sociedad siempre vive determinada por fantasmas que la vigilan. La mayoría de las veces se debe a prejuicios relacionados con la tradición que todo norma según una ética y unos patrones religiosos que no responden al momento, sino a la repetición de conceptos trasmitidos de generación en generación. Todo determinado a su vez por los convencionalismos religiosos, políticos y culturales.

Formamos parte de una sociedad tradicionalista, de remarcado machismo y, sobre todo, con ganadores en el momento de mostrar a nuestro hombre macho, pero al mismo tiempo sabiendo que la verdad es otra. Nuestras trancas no nos permiten ser libres. Una mochila nos limita. Desde pequeños se nos induce a pensar que todo es pecado, que somos incapaces de estar a la altura de la pureza y que nos debemos esforzar para lograrla. Sufrimos un sinnúmero de mutilaciones, traducidas en autorrepresiones que nos atan y llevan a ser impotentes, eyaculadores precoces o trancados. Por otro lado, vemos cómo muchas mujeres no expresan su sentir y se limitan en el placer porque les señalan que es sucio y anormal.

Los convencionalismos adquiridos con los años quedan muy de manifiesto detrás de la familia, institución cimentadora del resto de la estructura social. El discurso es dicotómico: liberales afuera pero tremendamente conservadores en las decisiones que corresponden a la vida privada de quienes conforman nuestro núcleo. Todas las frustraciones que enfrentamos -sentimentales, sexuales o de cualquier otro ámbito- nos llevan a entender que el problema no es externo, sino sicológico. No sabemos cómo actuar con nuestros deseos. No se nos conversa con seriedad del tema. Las Jocas fueron atacadas por los sectores conservadores de la Iglesia Católica y terminaron por restringirse o no realizarse; o sea, para un sector que mantiene un poder fáctico hablar de algo tan normal y común como la sexualidad era peligroso y por tanto se debía ocultar.

Nunca he comprendido por qué la sexualidad se trata de llevar a la genitalidad, distante una de la otra, complementaria. Al no tener claras las diferencias, al no recibir en el colegio y en nuestra formación una entrega adecuada de información, andamos perdidos, confundiendo términos y formas de conducta. Hace un tiempo una amiga enfermera de una clínica del sector oriente me contaba sobre la gran cantidad de niñas que llegan a la consulta enfrentando absurdos sexuales. Ellas se juraban vírgenes porque nunca había dejado que su pareja las penetrara vaginalmente, o sea todo era admisible pero eso quedaba limitado al matrimonio. Por desconocimiento, por falta de comunicación para conocernos plenamente, asumimos conductas inadecuadas que creemos que son lo correcto.

La liberalización y el destape se asocian con una mayor libertad sexual, lo que no es sinónimo de libertinaje o de andar desnudo, sino de aceptar con amplitud las diferentes opciones, la democratización de géneros y, sobre todo, la limpieza del alma y la mente en cuanto a prejuicios y trancas. Cuando terminó la dictadura de Franco en España todo se destapó. No sólo crímenes, sino mentes y cuerpos. Los medios, calles y hogares de ese conservador país se llenaron de desnudos y sexualidad. Un gran apogeo erótico los invadió y con los años fue ajustándose y terminó por ser parte de lo normal.

En Chile ese destape no ha llegado. Siempre algo o alguien sale con un discurso antojadizo que nos hace retroceder, atrevernos a reconocer que detrás de cada uno también existe una vida sexual y lo malo está que no la sabemos aceptar como normal. Es tan complicado hablar de sexo, referirnos a él con libertad, saber entender en qué plano nuestro somos seres sexuados, con deseos permanentes de expresar afecto, de emparejarse y copular y seguir haciendo una vida normal y sin limitaciones. No es posible detener y reprimir lo que es parte de nuestro ser. Si aprendemos a convivir con nuestro sexo, seguro seremos más íntegros y capaces, limitaremos nuestras trancas y estaremos sin duda más alegres.

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