domingo, 13 de enero de 2008

EL TRIUNFAZO DE CHÁVEZ Y LAS FARC Y EL PAPELÓN DE URIBE Y LA PRENSA MUNDIAL

Por: Emilio Marín
Fuente: kaosenlared.net (13.01.08)

¿Quiénes decían que las FARC mentían y que todo era un show mediático de Chávez?
El 10 de enero de 2008 será un día inolvidable para mucha gente, especialmente para las dos colombianas liberadas por la guerrilla por mediación de Hugo Chávez. La montaña de mentiras contra las FARC se desmoronó.

El refrán chino acuñado hace miles de años dice que “el plato de la venganza se come frío”. Pero las FARC y Hugo Chávez, facilitador de la libertad de Clara Rojas y Consuelo González, lo comieron apenas tibio pues en pocos días se tomaron revancha de tantas barbaridades que se dijeron y escribieron.

El 31 de diciembre de 2007, cuando se frustró el Operativo Emmanuel en su última fase, el gobierno proestadounidense de Alvaro Uribe y su escudería mediática continental afirmaron que no habría tales libertades porque “las FARC mienten”. La fuerza guerrillera había explicado su imposibilidad temporal de entregar las dos retenidas en virtud de operativos militares en la zona donde querían entregarlas a la Cruz Roja Internacional y los garantes internacionales.

Diez días más tarde, los ojos del mundo pudieron registrar, vía Telesur, el momento en que la patrulla entregaba a Rojas y González en perfecto estado de salud y de ánimo. Estas se despidieron de los insurgentes con saludos y besos, para luego embarcar en helicópteros rumbo a Santo Domingo, en Venezuela, y posteriormente hacia Caracas.

La crónica del El Tiempo de Bogotá, perteneciente a la familia del vicepresidente Francisco Santos, publicó ayer que las mujeres supieron hace veinte días que iban a ser liberadas pues en esa fecha fueron separadas del resto de los prisioneros. Y que a partir de ese momento, conducidos por guerrilleros, comenzaron el largo tránsito en la selva hacia el momento de la libertad. Esa versión, con matices, fue reproducida por “La Nación” de Buenos Aires y las agencias AP, Reuters, AFP y ANSA. Es la mejor refutación a Uribe y la tesis de que no había intención guerrillera de liberar a las retenidas.

El 18 de diciembre comenzó el desagravio a Chávez, concebido unilateralmente por los rebeldes comandados por Manuel Marulanda. Y si no culminó antes fue por la actitud beligerante del ejército oficial del general Mario Montoya.

Las imágenes mostraron a las liberadas bien cuidadas, comidas y vestidas. Eso trasuntó que el trato recibido no fue inhumano, como trató de hacer creer la maquinaria del “Grupo de Diarios de América” dependiente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Los sobrevivientes de la Esma, La Perla o Campo de Mayo, durante la dictadura argentina, no aparecían en las condiciones saludables de Clara y Consuelo. Punto para las FARC y el mediador.

Unico bando torturador

Hubo otras muchas mentiras, todas de parte de Uribe. Por caso, cuando concurrió a Villavicencio a tratar de sacar partido de la postergación de las libertades, declaró que “el niño Emmanuel tenía señales de maltrato y hasta de torturas en su cuerpo” (Agencias EFE y AP 2/1). Esa afirmación lo pinta como un político miserable capaz de inventar las mayores mentiras, atribuyendo a sus enemigos las peores condiciones, con tal de sacar una ventaja. Peor aún, metiendo a un niño de por medio.

Tales acusaciones no iban a prosperar porque hasta el ex policía Frank Pinchao, que se fugó de su captores, había relatado que “los guerrilleros le improvisaban juguetes al niño para que pudiera entretenerse”. El escritor Jorge E. Botero, quien destapó en abril de 2006 la existencia de Emmanuel, aseguró: "puedo arriesgar la idea de que es un niño con sobredosis de afecto. Tiene a su alrededor a decenas de personas, y es el único infante en ese mundo".

Ya en libertad, Rojas hizo declaraciones a Radio Caracol y se refirió al parto. Dijo que tuvieron que hacerle una cesárea porque no tenía dilatación y que en la operación al bebé se le afectó seriamente un brazo. Que una guerrillera la ayudaba con el crío y que cuando tuvieron vituallas recibió “lechita y pañales descartables”.

Emmanuel estuvo con su madre ocho meses y luego fue dejado en manos de una familia “honrada” según el comunicado fariano, que explicó lo obvio: era conveniente sacar al pequeño de una zona de combates, con bombardeos y combates.

Aunque la mujer no abundó sobre la paternidad de su criatura, ya lo había puntualizado Botero. No había habido violación, como deslizaron voceros del poder, sino una relación consentida de Clara con un guerrillero, alias “Rigo”.

Las patrañas de que el niño había sido torturado y abandonado, fueron desmentidas por varios testimonios y ahora por el de la madre. Otro punto para las FARC y el facilitador.

Las torturas, desapariciones y crímenes tienen en Colombia vienen de un solo bando: el Estado, sus fuerzas armadas y los paramilitares. Está prófugo el coronel Carlos Hugo Ramírez Zuluaga, ex jefe de la Brigada Móvil 12 del ejército, responsable de la desaparición de personas liberadas por la justicia luego de ser acusadas de relacionarse con la guerrilla. La desmovilización de parte de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia, de los hermanos Castaño Gil y de Salvatore Mancuso, no borra los crímenes que cometieron, incluso el descuartizamiento de personas y el seccionamiento de sus miembros con motosierras.

Los papelones

Que el gobierno colombiano no apostaba a una liberación como la del 10 de enero, se puede deducir de la prohibición que anunció unos días antes el canciller Fernando Araújo. No se permitiría otra comisión de garantes internacionales porque juzgó que la anterior había sido muy tolerante con las FARC y muy crítica de Uribe.

Si se buscó con eso quitar impacto mediático a la entrega de las retenidas hay que decir que logró todo lo contrario. Las cámaras de Telesur mostraron al mundo lo sucedido, aún con una comitiva reducida al ministro venezolano Ramón Rodríguez Chacín, la senadora Piedad Córdoba, el embajador de Cuba en Caracas y los miembros de la Cruz Roja Internacional.

El costo político para el jefe de Estado fue muy alto, luego de haber puesto todas las trabas imaginables en estos cinco años desde la Casa de Nariño al intercambio humanitario. Las dos liberadas le agradecieron a Chávez y al pueblo venezolano pero no dijeron ni una palabra de Uribe. Para éste fue un papelón. Otro punto para Chávez y para las FARC.

Hablando de papelones, hubo varios por parte de analistas, como los de diarios venezolanos. “Todo resultó una gran farsa, que dejó al descubierto la clase de showman que tenemos por mandatario. Valga decir, una personalidad histérica ocupada permanentemente en llamar la atención sobre sí mismo”, editorializó “El Nacional” de Caracas, en nombre de la oposición oligárquica.

“La Nación” de Buenos Aires, no le fue en zaga. En el editorial del 8 de enero titulado “La mentira, otra arma de las FARC”, aseveró: "toda la operación Emmanuel ha terminado siendo, según está ahora absolutamente claro, un fenomenal fiasco. Nos referimos a la elaborada patraña a través de la cual las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con la complicidad de Hugo Chávez como solícito compañero de ruta, anunciaron su intención unilateral de liberar a tres personas”. Cuarenta y ocho horas después de publicada esta contaminada editorial, se produjo lo que juzgaban un fiasco.

Los políticos más afines al Departamento de Estado en la región apostaron al fracaso de la operación humanitaria. No les convenía porque la misma dejaría bien parados al mandatario venezolano y a la fuerza de Marulanda, que fueron centro de las felicitaciones de numerosos gobiernos y sobre todo, a nivel de pueblos.

Obcecados, esos políticos de derecha y centro, se sumaron a los argumentos de Uribe. Elisa Carrió, en declaraciones a “Gaceta Ganadera” (3/1) y al programa “A dos voces” (9/1), insistió en su tesis de que la participación argentina en el operativo había significado un papelón. El papelón es ahora suyo, de Roberto Lavagna, Francisco de Narváez, Mauricio Macri y varios más.

Sorprende o no tanto, la ignorancia de esta gente que afirmó, muy suelta de cuerpo, que desde 1964 a la fecha las FARC nunca habían liberado por motu proprio a nadie. El comunicado del Secretariado Nacional de la agrupación del 10/1 pareció aludirlos, cuando recordó que en el pasado reciente soltaron unilateralmente a 304 policías y militares capturados en combate. Otro punto para la guerrilla.

Duramente golpeado, el gobierno colombiano trata de reubicarse pidiendo que Marulanda suelte a todos los retenidos. Pero el viejo comandante ya dio el primer paso y espera que ahora el Estado libere a 500 guerrilleros presos y despeje dos municipios. Allí él hará lo propio, en simultáneo, con Ingrid Betancourt y los 45 rehenes. Su situación política se ha fortalecido como para presionar por ese intercambio humanitario. Está alentado por el pedido público de Chávez a los gobiernos europeos para que quiten a los rebeldes de la lista de “organizaciones terroristas”. Son ejército, ocupan un espacio, tienen un proyecto político bolivariano, dijo el mandatario en mensaje a la nación. Otro punto, de oro, para las FARC.

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