viernes, 22 de agosto de 2008

LA EXTRAORDINARIA HISTORIA DE AMOR ENTRE UNA JUDÍA Y UNA ARIA

Por: Cultura Lesbiana
Fuente: www.revistaoz.wordpress.com (15.08.08)

Felice era una joven judía y lesbiana, que en vano intentó escapar de Alemania antes de la guerra. En 1941 su hermano y su abuela fueron deportados y muertos. Ella logró sobrevivir trabajando bajo un falso nombre (Felice Schrader) para un periódico nacionalsocialista. En las noches colaboraba con el movimiento de resistencia pasándoles información. De carácter jovial y extrovertido, mantuvo siempre una actitud positiva y liberada pese a vivir al filo de la navaja ante la posibilidad de ser descubierta por las autoridades, como finalmente ocurrió.

Por su parte, Lilly era todo lo contrario, una mujer “aria” llena de prejuicios hacia lo judío, casada con Günther Wüst, un oficial de la Wehrmacht destinado al frente ruso. A los 29 años era madre de cuatro hijos y por eso había recibido la condecoración nazi a la maternidad. Mientras su marido combatía, ella se entretenía con diferentes amantes masculinos, principalmente miembros del partido nazi, y jamás se había planteado relacionarse con mujeres.

Hasta que conoció a Felice durante un concierto, o mejor dicho Felice la conoció a ella (a través de su amiga Ilse, amante ocasional de Felice y niñera de los hijos de Lilly). Todo dentro de la tensa atmósfera de un Berlín que en 1943 vivía al borde del caos ante los continuos bombardeos de la aviación aliada.

Felice y Lilly, se enamoraron perdidamente. Cuándo Lilly supo de la crítica situación de Felice, tuvo que recomponer todas sus creencias. Todo ello lo conocemos gracias a las anotaciones de su diario personal y la epistolaria entre ambas. Ahí se relata como la típica mujer alemana que había conocido sólo a un marido riguroso y las caricias furtivas de algunos amantes, pierde la cabeza ante el empuje de este amor. Y cuando Felice le revela que es judía, el amor es ya lo más fuerte en su corazón. Tanto, que describe a Felice como su “primer ser”. “Con los hombres nunca había funcionado la cosa. Me sentía explotada e inferior. Felice me liberó. De golpe, ella sabía quién era”.

En medio de una guerra total y desde la capital del Reich, dónde se pretende que lo judío sea incompatible con la categoría humana, Lilly anota: “Estamos hechas la una para la otra y por siempre jamás”. En el mes de junio de 1943, las dos mujeres redactan un contrato de matrimonio: “Te amaré sin límite”, jura Lilly. “Te amaré siempre”, promete Felice, añadiendo, como siempre, algunas cláusulas picarescas: “No miraré más a las chicas guapas, salvo para constatar que tú eres más guapa que ellas”.

Lilly pidió el divorcio de su marido, quien murió en el frente y ambas vivirán una breve pero intensa historia de amor en medio del peligro. Incluso Felice renuncia a una última formula de escape a Suiza para seguir acompañando junto a su amada Lilly.

Finalmente la Gestapo descubre la verdadera identidad de Felice. El 21 de agosto de 1944 es detenida y llevada al campo de tránsito en Schulstrasse, Berlín. Wust la visitó en ese lugar varias veces hasta que el 10 de septiembre fue deportada al KZ Theresienstadt. Algunos opinan que la insistencia de Lilly en visitarla en el campo checo pudo haber precipitado su muerte, pues inició una seguidilla de traslados. Felice murió a los 22 años, de agotamiento y frío, durante una marcha de la muerte los últimos días de 1944, en alguna parte del camino entre el KZ Gross-Rosen en Polonia y el KZ Bergen-Belsen en Alemania. Por su parte Lilly vivió el resto de su vida en Berlín añorando a su amante muerta. A los 80 años da a conocer su historia y falleció en abril del año 2006, a los 92 años.

El diario de vida de Lilly, hoy se conserva en el Museo Judío de Berlín, junto con otros muchos documentos que dan cuenta del quehacer de resistencia al régimen de Felice. El 9 de marzo de 1945, la víspera del día en que Felice habría cumplido los 23 años, se puede leer una última anotación, la frase simplemente remece: “La gente está destruida, pero sigue teniendo el amor, incluso cuando tenemos que morir. En los últimos dos años he sido capaz de decir: la vida ha sido digna de ser vivida”. Lilly espero durante años su regreso. Uno de sus hijos, Eberhard, se convirtió al judaísmo y reside hoy en Israel.

En 1981 el presidente de la República Federal de Alemania concedió a Elisabeth “Lilly” Wust la Bundesverdienstkreuz (Cruz Federal del Mérito) por haber ocultado y mantenido en su casa entre 1942 y 1945 a cuatro judías, tres de ellas sobrevivieron, la cuarta fue Felice Scharagenheim.

Fuente:
revistaoz.wordpress.com

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