viernes, 28 de diciembre de 2007

CUANDO UN MALL SE CONSTRUYE AL LADO DE UN COLEGIO

Por: Marcel Claude
Fuente: Publicado en diario "La Segunda"
24 de diciembre, 2007

CARTE AL RECTOR DEL COLEGIO SAINT GEORGE EN RELACIÓN CON LA CONSTRUCCIÓN DE UN MALL AL LADO DEL COLEGIO

Señor Rector,

La prensa hoy anuncia profusamente que un grupo empresarial ligado al desenfreno consumista instalará malls, oficinas y torres al lado del colegio.

Me cuesta demasiado entender el significado cristiano de una decisión como esta. La pequeña capilla del colegio ¿qué será al lado de esos templos en honor al Dios Dinero que por decisión de vuestra congregación se han encomendado a esos nuevos sacerdotes adoradores del signo peso?

Qué lamentable decisión, qué brutal contradicción entre la fe del Cristo hijo de un carpintero pobre y la rendición incondicional de vuestra congregación al poder del Dios Dinero.

Lo que ustedes están haciendo es demostrar la inutilidad de la Fe en Dios, lo que ustedes le dicen a los niños con esta decisión es que creer en el Dios del amor es una estupidez, que solo un imbécil puede seguir creyendo, que lo único que queda hoy es acumular, consumir, rendirse a los placeres del consumo desenfrenado.

Por favor le pido que no se excuse diciendo que la congregación necesita fondos para los niños pobres -argumentos tipo Teletón. Sería preferible que no racionalizara y reconociera que para ustedes creer en Dios, ser sacerdotes, buscar la justicia es sólo una profesión, una manera de ganarse la vida, una forma de sobrevivir, así como es ser ingeniero comercial o ejecutivo de banco. Que las clases de religión y que la pastoral son también formas de ocupar gente vinculada a la congregación, entretenciones tan banales como comprar un celular.

¿No le parece a usted que el mensaje que dan es criminalmente contradictorio?, que nuestros hijos difícilmente podrán darle aunque sea la más mínima credibilidad al mensaje evangélico?

¿Qué diferencia hay entre un Caifás -jefe de la iglesia de entonces- que condena a muerte a Jesucristo y vuestra congregación que con una decisión como ésta mata y destruye la poca fe que hoy es posible salvar en este Chile mercantilizado, egoísta e injusto?

Dentro de todos los pecados que los cristianos cometen, de este criminal acontecimiento tendrán que dar ustedes cuenta ante el Dios verdadero y espero que ese Dios no tenga la misma misericordia que hoy tiene con ustedes, al compartir su paraíso monetario con la congregación, el obispo Horst Paulmann en el nombre del nuevo Dios de la Congregación de Santa Cruz: Money, Money, Money.

Bendito sea aquel -Horst Paulmann- que viene en el nombre del señor
Así sea

Atentamente,

Marcel Claude
Apoderado

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