Por: Karen Hermosilla Tobar
Fuente: www.elclarin.cl (15.07.08)
Es de conocimiento popular que si uno se acuesta con niños despierta mojado. El abuso de poder ejercido por la institución chilena sobre la infancia ha sido flagrante en cada protesta realizada por los estudiantes organizados en contra de la Ley General de Educación que consagra el lucro y no desmunicipaliza la administración de los establecimientos educacionales, entre otras aberraciones. El Estado en Chile ha privatizado los derechos básicos de los ciudadanos, para hacer negocio con la "calidad de vida" de cada compatriota.
No se trata de "ahogarse en un vaso de agua" o comenzar a hacer relaciones entre el parecido entre los "cara de jarro" y la Ministra Jiménez."El balde de agua fría" vertido por Música en pleno rostro a una funcionaria de alto escalafón, tiene una importancia coherente a la lucha realizada por los estudiantes desde 2006 con la tan célebre como contingente Revolución Pingüina.
Más allá del frívolo debate de si es una falta de respeto haber vuelto anfibia a la titular de educación, llevado a cabo por el rascaguatas periodista del canal oficialista, esta acción directa hace evidencia de un proceso que ya está en curso y que hace hincapié en la disolución de las carcomidas bases sociales que imperan en un Estado moderno. En primer lugar, los púberes, que no son el grupo de jóvenes que ya han caído en las garras de la institucionalidad producto de un bullente mercado tanto de universidades como de bares aledaños, interactúan con nuevos códigos, en donde la jerarquía ha sido trocada por la capacidad, el conocimiento y las redes horizontales e intersubjetivas que se generan al poseer intereses a fines.
Lamentablemente la construcción de la historia no es un proceso científico como creyeron los comunistas, pero tampoco es una demostración de poder como quisieron hacer creer los nazi. Está enraizada con las más básicas emociones del género humano, y una de ellas es la curiosidad. La búsqueda de los imberbes va cada vez más lejos y las alternativas, que alguna vez se creyó podían ser ofrecidas sólo por una entidad, hoy son confeccionadas por cualquier persona, sobretodo si se trata de adolescentes. Valores autárquicos en la dimensión cognitiva que han remecido los apolillados cimientos de la sociedad, devastando sus postulados y poniendo entredicho los mitos fundacionales.
Las plataformas institucionales no dan el ancho para acoger a las nuevas generaciones. Bien cierto es que "el agua que no has de beber, es mejor dejarla correr". Pero en vez de reconocer razón en este dicho, se ha instrumentalizado a los ciudadanitos para hacer de ellos un nicho comercial para los grandes carteles transanaciones.
Los teenagers poseen una impronta que no es dada por las identidades triviales importadas. Han aprendido a consumir más temprano que los mortales de antaño y saben sistematizar la información a libre albedrío producto de la tecnología. En consecuencia, han podido conocer los procesos históricos, entender la vertiginosa metamorfosis en la línea temporal, y hoy, actuar en consecuencia a un nuevo pensamiento, mucho más libre y dotado.
La alegoría de Música es bastante más que el efectismo mediático que ha alcanzado. He pensado mucho antes del suceso, que la anarquía se encuentra en estado líquido, pues es un vapor transparente que siempre existe en el ambiente hasta que la tensión del clima (social) lo hace condensarse y precipitarse en forma de gotas. Una a una. Cada individuo con su potestad sobre si, con el uso de su mente sin límites, va formando un mar intersubjetivo que inunda los áridos páramos de la inmovilidad perpetuada por estructuras absolutamente congeladas.Nadie puede decir que "de esa agua no beberé". Todos somos potencialmente anarquistas, no por nada el cuerpo humano se compone de un 75% de agua.
La acción directa de lanzar un jarro de agua a la Ministra de Educación, Mónica Jiménez, hace prever el momento en que se rompa el secreto que protege al poder, que no es otro que el poder no existe y que la sociedad es una ficción construida para desempeñar el desequilibrado juego del poder.
La abolición del tótem autoritario hará estragos en la concepción de "sociedad". Un amplio margen de maniobra para las diversas actividades y el verdadero desarrollo de los seres humanos hará olvidar la triste imagen de un rebaño o ganado ciudadano ofrendado a la Res-pública. Se romperán filas en la línea de producción del hormiguero, y el siempre mal entendido y nunca bien ponderado caos, posibilitará el azar cósmico y las circunstancias humanas que han definido las historias de vida y los planteamientos culturales desde siempre, a pesar de ser frenados y direccionados por la macroestructura.
Sin embargo, este pitoniso deseo no se transformará en realidad si aún se concibe al Estado como una plataforma surtidora de beneficios, y no como lo que es, una factoría policíaca empresarial asociada con privados, que utiliza a los ciudadanos como mano de obra asegurando un electorado fiel, y como acciones para especular a costa de sus necesidades básicas.
¿Entiende ahora el "capital humano" que tanto se pelean los partidos, sus mecenas y sus consiguientes candidatos?. No podemos seguir creyendo en pamplinas que nos oprimen mediante leyes hechas por la oligarquía. Desde que el concepto República a sido enarbolado, se ha incrementado el robo, la usura y la represión con total impunidad, pues está siendo ejercida en nombre de la Nación.
Un buen ejercicio es el que ha realizado la niña Música, pero usted en la casa, sin alejarse de su telenovela favorita y sin renunciar a su empleo a honorarios en la plaza de trabajo estatal, piense cuales son los beneficios de ser "chileno" o "chilena". Seguramente le darán ganas no solo de mangueriar a Bachelet, si no que tirar al río los tres poderes del estado, y la constitución pinochetista que "hace aguas" por ambos flancos. Estamos claros: "tanto va el cántaro al agua, que al fin se rompe".
miércoles, 16 de julio de 2008
¡ AGUA VA !
Publicado por nancho en 5:30
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