lunes, 7 de julio de 2008

PACTO ALCALDICIO POR OMISIÓN ENTRÓ A TERRENO RIPIADO

Por: Arturo Alejandro Muñoz
Fuente: www.thepaskin.cl (07.07.08)

Hace algún tiempo la directiva del Partido Comunista, encabezada por Guillermo Teillier y Lautaro Carmona, decidió dar un paso aventurado y se acercó a la Concertación para discutir un acuerdo que podría ser conveniente para ambos.

El PC ofreció al bloque gobernante ‘omitirse en 50 comunas’ en las próximas elecciones edilicias de octubre, lo que significaba simplemente que los comunistas, en esas 50 comunas, no llevarían candidatos a las alcaldías. La idea del PC era que con un pacto por omisión en las comunas propuestas, resultaba posible desplazar a los alcaldes derechistas que las administran actualmente, pues sumados los votos concertacionistas y los del Juntos Podemos (de acuerdo a la votación del año 2004), la tarea tenía buen pronóstico.

De esas 50 comunas integrantes del Pacto por Omisión, el PC pidió 10 en exclusiva, ya que debía entregar una de ellas a su antiguo aliado, el Partido Humanista y otra a la Izquierda Cristiana, para finalmente quedar sólo con ocho comunas para sí mismo: es decir, las cuatro que hoy tiene, más Estación Central, Pedro Aguirre Cerda, San Antonio y Lota.

Pero la Concertación ofreció sólo 20 comunas para signar el pacto, y apoyaría al PC únicamente en las cuatro comunas donde hoy los comunistas cuentan con alcaldes, más en otra comuna que se determinaría. Ello significó entonces que la Concertación aceptaba el pacto pero sólo a base de 20 comunas, entregándole al antiguo Juntos Podemos –representado en este caso por el PC- no más de cinco, obligando a los comunistas, al PH y a la IC, omitirse en las 15 restantes a favor de los candidatos concertacionistas a las alcaldías respectivas.

Teillier y Carmona, desde el momento mismo en que se filtró el asunto a la prensa, comenzaron a recibir una andanada de críticas y epítetos provenientes de los sectores que formaban con el PC el ya agónico ‘Juntos Podemos Más’, los que se sintieron –en alguna medida- traicionados por sus compañeros de ruta, pues con el paso dado por la directiva de la tienda de Recabarren se desmoronaba indefectiblemente el Juntos Podemos. Ello podía leerse también como “un golpe bajo contra la izquierda”.
Un alicaído PC desea revitalizarse

La verdad es que hoy, en ninguna encuesta, figura el nombre de algún dirigente del PC con perfil presidencial (Carmona y Teiller son invisibles para la gran masa) y el dirigente del Partido Humanista y ex candidato del Juntos Podemos, Tomás Hirsch, que hizo una excelente campaña el año 2005, se ha desdibujado totalmente por el largo conflicto con la dirección del PC, apareciendo en las últimas encuestas con cifras inferiores al 02% (hace un año tenía entre 05 y 07% de menciones).

La palabra mágica para el PC en este último tiempo ha sido: exclusión. A estas alturas esa palabrita es sólo un mal chiste porque la llave de todo el asunto político la tenido, la tiene y la seguirá teniendo la derecha UDI-RN, con su tercio -y algo más- de los votos populares mientras exista el problema de fondo: la estafa binominal con fuleros distritos de diputados, diseñados con calculadora por la UDI en 1989, lo que le permite a la derecha controlar en el Congreso Nacional todos los ‘quórum’ constitucionales y de leyes orgánicas.

Sin embargo, Teillier y Carmona persistieron en sus afanes de acercamiento con el bloque oficialista, apuntando siempre a la firma del pacto, pero la respuesta recibida desde la Concertación les tiene ahora en la pitilla, pues el mentado pacto se encuentra, franca y decididamente, boqueando tan fuerte como un pez fuera del agua.

Los que hoy dirigen el desvaído y alicaído PC, confundieron la enfermedad con sus síntomas, una inequívoca demostración de la política del avestruz, ya que el propuesto Pacto Alcaldicio Por Omisión en 50 comunas, (inventado, afinado y ‘vendido’ al PC por el malabarista electoral que preside el PPD, Pepe Auth), sucedáneo de la fracasada reforma de macetero de la estafa binominal, ya está en condición agónica y se encuentra a un tris de correr la misma suerte del desaparecido Parlamento Político y Social (del que al parecer ni sus inventores se acuerdan), o la de los dos diputaditos de yapa de la fracasada reforma del binominal, que los previsiblemente estafadores dirigentes de Renovación Nacional tiraron hace meses al basurero.

Ahora, con el mentado Pacto podría pasar lo mismo que ocurrió con aquel humillante desayuno Teiller-Larraín, y así el PC seguiría auto demoliéndose en imagen política; aunque resulta difícil negar que ese partido ha recibido jugosos cheques de gastos reservados del Ministerio del Interior, o de la Secretaría General de Gobierno, para su planilla de funcionarios, como también platas de proyectos de gobierno para amononar sus locales e institutos y, además, por fin, después de 15 años, la Concertación se ha avenido, a través del Consejo de Defensa del Estado, a pagarle al PC una primera cuota de US$3.000.000 -de un total de cuatro millones-, por el robo de la Imprenta Horizonte cometido por los militares poco después del golpe fascista del año 1973.
Comunista sin tacha ni mácula opina al respecto
El Partido Comunista, o mejor dicho, sus dos dirigentes principales, se apuraron en demasía al ‘comprar’ graciosamente muchas de las propuestas demagógicas ofrecidas por la Concertación y por Renovación Nacional, sin haber ganado políticamente nada en ninguna de ellas. Es lo que en esta ocasión podría sucederles con el pacto en comento.

Hernán Montecinos, académico universitario, escritor, ensayista y autor de columnas periodísticas en varios medios informativos, es viejo militante del Partido Comunista, y respecto del ya manoseado Pacto, desde Valparaíso escribió lo siguiente para ‘Kaos en la Red’(www.kaosenlared.net):

“”No olvidemos que antaño nuestras alianzas electorales siempre fueron con aquellos partidos y movimientos que resultaban ser, inequívocamente, nuestros aliados naturales, es decir, pertenecientes al mundo de la izquierda, Tales lo fueron, primero el FRAP, y después, la Unidad Popular, Más adelante lo fueron el “PAÏS, el “MIDA”, hasta llegar a la elección pasada con el PODEMOS. En esta elección, en cambio, el partido comunista, rompiendo con su línea de alianza tradicional, nos sorprende hoy al privilegiar un pacto electoral con la Concertación, es decir, ya no con nuestros aliados naturales de la izquierda, sino con los que sustentan políticas neoliberales que contrarían los deseos de esa izquierda””.

“”Pero toda alianza que nace espuria tiene su costo. Y ese precio ya se avizora. ¿Qué dirán los militantes comunistas cuando se vean forzados por su actual dirección para votar por el demócrata cristiano Jaime Ravinet para la alcaldía de Santiago? Resulta, por decir lo menos, algo kafkiano, tragicómico en el escenario político de la sociedad chilena, más sobre todo, cuando fue ese partido el que se involucró hasta los codos en la intentona golpista que terminó con el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende del que los comunistas formamos parte””.

“”No debemos olvidar tampoco la pertinaz política de la democracia cristiana para que nuestro país de su voto en contra de Cuba en las Naciones Unidas. Y para que decir del hostigamiento en contra de Chávez y la Revolución Bolivariana. Su actual apoyo en contra de la píldora del día después, su reciente apoyo en el parlamento de una ley educacional que consagra el lucro en la educación, etc.

Bueno, en fin, por donde quiera que se le mire, como lo dije, nada hay más de lejano que un comunista con la democracia cristiana. Ese es otro dato de la causa que la dirección del P.C. chileno parece no haber medido sus consecuencias””.

“”Ahora si nos adentramos en detalle en la caracterización de cada uno de los partidos integrantes de la Concertación, el resultado no puede ser más desastroso. Debemos recordar, en primer lugar, al partido socialista, que bajo la misma premisa que hoy impera en el partido comunista (estar adentro para desde allí lograr los cambios que queremos), terminó por ser cooptado, pasando a ser hoy uno de los más entusiastas administradores del neoliberalismo””.

Hasta ahí, la transcripción de una parte del comentario escrito por Hernán Montecinos, a quien nadie (ni siquiera Teillier) podría catalogar de ‘anti-comunista’.

Tal cual está hoy la situación, los mandamases del PC se encuentran en la encrucijada, pues si no aceptan la oferta concertacionista de las 20 comunas (que se reducen específicamente a cinco), tendrían que regresar al redil de la vieja izquierda -donde les esperan con colmillos filosos los muchachos del Partido Humanista y de la Izquierda Cristiana- e intentar, en brevísimo tiempo, rearmar un bloque con miras a las parlamentarias, ya que las municipales estarían prácticamente perdidas, habida consideración de que sólo faltan tres semanas para inscribir legalmente a los candidatos.

O en su defecto, tirarse solito al agua de las elecciones municipales, pero esta vez con el ánimo por el suelo y con una cuestionable imagen política (en los sectores de izquierda), lo que no le asegura -he ahí el principal intríngulis-, mantener las cuatro alcaldías que hoy administran. Este sería, a no dudar, el peor de los escenarios para Teillier y Carmona, quienes quedarían sin argumentos de peso para explicar a sus bases los errores cometidos.

Y si el PC acepta el ‘ofertón’ de las 20 comunas, amén de obligarse a reconocer con hidalguía que en esta pasada jugó de absoluto perdedor y de políticamente ingenuo, es un hecho de la causa que el Partido Humanista tendría que plegarse al pacto ‘por lo que le diesen’, lo cual equivale a la nada misma ya que el PH poco puede exigir con su escuálido 02% de aceptación popular según las últimas encuestas de opinión. Débil el PC, agónico su aliado…¿qué se puede esperar?

Al momento de escribir estas líneas, al interior del Partido Comunista se está desarrollando una fuerte y muy crítica discusión respecto de lo acaecido. Un profundo aroma a disensión y a frustrada esperanza se está dejando sentir en gran parte de sus bases, lo que preconiza vientos huracanados para la actual directiva y, quizá, estemos a punto de presenciar un hecho que hasta ahora ha sido inédito en la historia de esa tienda partidista: el recambio total de sus principales cuadros directivos y una nueva planificación política basada en la conformación de un amplio frente anti neoliberal.

Es que, tal como dice un viejo compadre ingeniero, después del camino ripiado siempre aparece el asfalto.

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