Por: Carlos Arrué, abogado
Fuente: www.icalquinta.cl (26.11.07)
Primero, el litro de bencina en Chile vale más de 650 el litro. En Estados Unidos, el galón, que son 3,7 litros, vale tres dólares según informaciones de ese país. Es decir, el galón vale - al cambio de 520 pesos por dólar - 1560 pesos chilenos. Con un poco de matemática, sale 422 pesos el litro. O sea, más de un tercio menos que en Chile.
Y ¿por qué la bencina es más barata en los Estados Unidos? Son varias las razones, pero lo fundamental es que ese país subsidia y el nuestro grava.
Me concentraré en el asunto de bajar los precios y subir la producción y los alcances de la política petrolera.
Estados Unidos es el país que más pide bajar los precios y subir la producción. Es el país que más contamina y aporta al efecto invernadero, cuyo donante principal son los hidrocarburos que en buena medida aporta todos los derivados del petróleo y carbón, no sólo autos. A ese país le interesa bajar los precios, porque su economía necesita muchas cantidades de petróleo. Ahora, es también productor y sus reservas son astronómicas. Acumula grandes cantidades que mantiene sin ocupar y a pesar de que se le ha pedido liberar parte de ellas, se niega. Estados Unidos se niega a liberar reservas, a suscribir el Protocolo de Kyoto, a disminuir la producción de automóviles, a cambiar su matriz energética e incluso, invade países como parte de esa estrategia. Y no lo digo yo, lo dice el propio Informe de Seguridad del año pasado, que específicamente liga la seguridad de ese país con el aseguramiento de materias primas para su economía.
Otro cosa. Se habla mucho de la crisis económica que atraviesa ese país y el “sub prime”. Se analiza esta crisis desde la perspectiva del mercado inmobiliario, dado que es el sector que gatilló el problema actual. Sin embargo, el Presidente “W”, pidió y ejecutó una resolución para imprimir dólares sin respaldo hace poco meses atrás. Y no solo eso, es decir, fuera de imprimir dólares por montones, ha pedido cifras extraordinarias al Congreso para financiar una aventura militar con un presupuesto que sobre pasa con creces el PIB de muchos países sub desarrollados y en desarrollo. El Transantiago es una hora de aventuras bélicas para ese presupuesto. Es eso, y no tantas especulaciones que se leen y escuchan por ahí - desde CNN a Buchi - lo que bajó el dólar, haciéndolo perder competitividad, hicieron endeudarse a su población y muchas otras cosas para contar con los ansiados dólares, para solventar su guerra en Irak, donde el petróleo era uno de los objetivos. Entonces, el dólar perdió peso y todos pagamos el costo de ello para que la administración Bush prosiga su finalidad guerrerista.
En tercer lugar, la OPEP se constituyó para que los países productores de petróleo pudieran hacerse de una tajada de la producción. Desafortunadamente para el mundo completo, el petróleo llega a su climax productivo, según los diversos cálculos, ya sea este año o en los dos siguientes. De ahí, empieza a decaer en la medida que las reservas encontradas son menores que las consumidas. Con su política actual, la OPEP asegura sus ganancias de sus recursos naturales por más tiempo, o al menos, gana mas dinero. En el caso del cobre, no existe una entidad parecida. De modo que el precio del cobre depende de la demanda. Si ella sube, como sucede gracias a los chinos fundamentalmente, el precio sube. De haber existido antes una organización productora de cobre, donde Chile habría podido imponer precios, habríamos ganado más antes. Pero no solo eso. El cobre chileno, no es mayormente de los chilenos. Entonces, si sube el precio, se extrae más cobre que termina en manos de los transnacionales dueñas de las concesiones y, al mismo tiempo, se acaba mas rápido. Y el brillante Ministro de Hacienda, invierte la parte que saca el Fisco en el exterior. Al menos la OPEP tuvo el coraje de organizarse para obtener algo y ya vemos, como ganan dinero.
Y todavía quedan cosas por decir. Desde que las empresas distribuidoras de petróleo se quedan con la tajada por distribución, hasta la falta de esfuerzos por diversificar la matriz energética. Cualquier manejo de estas alternativas, abarata el petróleo.
De modo que cuando la Presidenta Bachelet haga una solicitud de bajar el precio y aumentar la producción, uno piensa y se pregunta. ¿Realmente habla en serio? El mismo Presidente Chávez ofreció petróleo para el Transantiago a precios preferenciales, al margen de los de la OPEP y le dijeron que no. Si la OPEP baja los precios y sube la producción, ¿quién gana? Aquellos que compran, que contaminan, que hacen guerras, que acumulan reservas, que tienen abultados déficits fiscales, que contagian sus crisis financieras internas a otros, etc. Claro, Chile se vería favorecido, pero hay que agregar otra cosa. Cuando se firmó el TLC con EEUU, en esos meses, Chile como parte del G-20, suscribió la idea de formar un frente común en contra de los subsidios que los países desarrollados poseen y que obviamente, atentan contra el libre comercio que promueven en los TLCs, afectando nuestros intereses. Esos subsidios están vigentes en el TLC con EEUU que el G-20 no comparte y Chile terminó siendo cuestionado por una política incoherente. Pero aquí, nadie dijo nada. No fuimos capaces de imponer una sola regla a EEUU, y sin embargo, exigimos a Venezuela poner la cara por todos, a pesar de que subsidia petróleo a varios países latinoamericanos y Chile rechazó esa oferta.
¿Mundo loco, no?
Tal vez, por educación es mejor decir que la Presidenta Bachelet no estudia porque a veces, uno puede pensar que son otras las razones que tuvo para divulgar una conversación privada entre mandatarios y sólo en el mejor de los casos, no sabe de lo que habla.
martes, 27 de noviembre de 2007
¿ESTUDIA O NO ESTUDIA LA PRESIDENTA DE CHILE?
Publicado por nancho en 5:47
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