sábado, 28 de junio de 2008

LOS POLÍTICOS CREAN LOS PROBLEMAS QUE DICEN COMBATIR

Por: Charley Reese*
Fuente: www.surysur.net (28.06.08)

NOTA DEL EDITOR. Cualquier similitud por la responsabilidad que tienen nuestros congresistas acá en Chile, nuestros tribunos y nuestra sin par Sra. Presidenta, no es ninguna casualidad.

* Comentarista político estadounidense.
Traducción de Fernando Torres.

En Estados Unidos, sostiene el autor, 545 individuos controlan a 300 millones de personas. No lo dice con admiración, y puntualiza: 100 senadores, 435 parlamentarios, un presidente y nueve ministros de la Corte Suprema son responsables moral, legal e individualmente de los problemas domésticos que plagan al país.
A los políticos ya nadie los quiere –ni los soporta.

Los políticos son las únicas personas en el planeta que crean los mismos problemas que dicen combatir durante sus campañas electorales.

¿Se ha preguntado por qué tenemos déficit, si los demócratas y los republicanos dicen estar en contra de ellos? ¿Se ha preguntado por qué tenemos inflación y altos impuestos, si todos los políticos están en contra de la inflación y los altos impuestos?

Usted y yo no proponemos el presupuesto federal. El presidente lo hace.

Usted y yo no tenemos la autoridad constitucional para votar sobre el destino de dineros, la Cámara Baja la tiene. Usted y yo no escribimos el Código Tributario, el Congreso lo hace. Usted y yo no determinamos la política fiscal, el Congreso lo hace. Usted y yo no controlamos la política monetaria, el Banco de la Reserva Federal la controla.

Cien senadores, 435 parlamentarios, un presidente y nueve ministros de la Corte Suprema son directamente responsables moral, legal e individualmente de los problemas domésticos que plagan al país.

Excluyo a los miembros del Consejo de la Reserva Federal porque ese problema fue creado por el Congreso. En 1913 el Congreso delegó el deber constitucional de proveer una política monetaria realista a un banco privado controlado por el gobierno.

Excluyo a todos los intereses especiales, a los "lobyistas", por una simple razón: no tienen autoridad legal. No tienen la habilidad para azuzar a un senador, a un parlamentario, o al presidente o para hacer nada. Me importa un comino si ellos le ofrecen a un legislador un millón de dólares. El político tiene el poder para aceptarlo o rechazarlo. Sin importar lo que el" lobyista" ofrece, es él quien tiene la responsabilidad de determinar cómo vota.

Esos 545 humanos gastan gran parte de sus energías para convencerlo de que lo que han hecho no es su culpa. Sin importar el partido político al que pertenezcan, todos cooperan en este fraude colectivo.

La diferencia entre un político y un ser humano normal es la cantidad excesiva de agallas. Ningún ser humano normal tendría las agallas de la presidenta de la cámara baja para criticar al presidente por engendrar los grandes déficits. El presidente solo puede proponer los presupuestos. No puede forzar al Congreso para que los apruebe.

La Constitución, la ley suprema de la Tierra, le da exclusiva responsabilidad a la cámara baja para originar y aprobar los impuestos y la designación de dineros. ¿Quien es la presidenta de la Cámara Baja? Ella es la líder del partido mayoritario. Ella y sus compañeros de la cámara, no el presidente, pueden aprobar el presupuesto que quieren. Si el presidente lo veta, ellos pueden invalidar la acción.

Me parece inconcebible que una nación de 300 millones no pueda reemplazar a 545 incompetentes e irresponsables –los hechos así lo demuestran: no puedo encontrar un solo problema doméstico que no sea consecuencia directa de estos 545 individuos.

Cuando usted entienda la simple verdad de que solo 545 individuos ejercen el poder del gobierno federal, entenderá que lo que existe es lo que ellos quieren que exista.

Si el código tributario es injusto es porque ellos quieren que lo sea. Si existe un déficit presupuestario, es porque ellos lo así lo quieren. Si el ejército esta en Iraq, es porque ellos lo quieren allí. Si ellos no reciben dineros del Seguro Social porque están en un plan elitista de jubilación –inaccesible para el resto del pueblo– es porque ellos lo quieren así.

Los problemas del gobierno no son irresolubles.

No hay que dejar que estas 545 personas le echen la culpa, sus culpas, a aquellos que ellos mismos contratan, a los burócratas cuyos trabajos ellos mismos los pueden abolir, a los lobyistas cuyos regalos y consejos podrían rechazar, a los reguladores, a quienes ellos mismos les dan el poder para regular y a quienes ellos mismos les pueden quitar este poder.

Pero por sobre todo, no se deje engañar con la creencia de que existen fuerzas místicas como la economía, la inflación, o la política que les impiden hacer los que ellos juraron hacer.

Solo estas 545 personas, solo ellas, son los responsables. Ellos, solo ellos, tienen el poder. Ellos, solo ellos, tiene que ser considerados responsables por sus únicos jefes: el pueblo –en el entendido que los votantes tienen el valor de controlar a sus propios empleados.

¡Hay que utilizar el voto para echarlos a todos y limpiar este caos!

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