En torno a la situación en el periódico El Siglo

He recibido comunicación oficial del Partido Comunista haciendo referencia al conflicto con el sindicato del diario "El Siglo". Fiel a mi política de pluralidad sostenida en estas páginas, la incluyo como un elemento más que sirva para reflexionar y discernir sobre la naturaleza del mismo. Al igual que la gran mayoría del mundo de la izquierda, lamento que el conflicto se encuentre en una especie de callejón sin salida. Hubiera sido deseable que la cordura hubiera llegado a las partes, para lo cual existe el ´diálogo, Único modo civilizado de llegar a acuerdos compartidos que pongan fin al mismo

HE AQUÍ LA DECLARACIÓN

La dirección del Partido Comunista y la empresa Siglo XXI, editora del semanario, han emitido las siguientes declaraciones para aclarar la situación provocada en el periódico El Siglo:

A LA OPINION PÚBLICA.

A raíz del conflicto que ha iniciado un grupo de colaboradores de la empresa que edita el semanario El Siglo y ante las consultas de medios de comunicación respecto del mismo, nos vemos en la obligación de precisar que:
El Partido Comunista no se ha negado a interactuar en la situación producida en el semanario El Siglo, pero ello ha sido desestimado por un grupo, cuyos voceros optaron desde hace meses por el camino del chantaje político, privado y público a nuestro partido, trasladando diferencias políticas al plano laboral en una empresa que, como es de público conocimiento, al igual que toda la prensa independiente o alternativa, no tiene fines de lucro, no es favorecida por la publicidad estatal ni empresarial y por lo tanto es una edición financiada sin más recursos que los que provienen de las ventas y las colaboraciones que recibe.
En muchos episodios de su existencia El Siglo ha dependido sólo del trabajo voluntario y siempre ha debido contar con ese factor, en especial bajo la dictadura, periodo en el que varios de sus colaboradores debieron sufrir la más cruel represión. Se ha fabricado un conflicto con la denuncia de supuestas trasgresiones ante la dirección del trabajo, el Colegio de Periodistas y la opinión pública. Ante esta disyuntiva entendemos que la única opción que tiene la empresa es actuar de acuerdo a las normas a que obliga la ley.
Enfrentados a la actual situación, nuestro propósito es ser contribuyentes a que se actúe con criterios de realidad y que cada uno sepa a que atenerse y elija libremente su mejor opción, asumiendo francamente que existen diferencias políticas en la base del conflicto, que pueden ser legítimas, pero que no debieran ser el pretexto para poner en peligro la continuidad del semanario.

PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
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Santiago, 03 de octubre de 2007
Semanario El Siglo: una aclaración indispensable

Las recientes versiones difundidas públicamente por un grupo de trabajadores de El Siglo acerca de la situación al interior del semanario, constituyen un hecho lamentable que lesiona los principios básicos que han inspirado a quienes han participado de la redacción, difusión y sostenimiento de este periódico a través de sus 67 años de existencia.
A saber, durante su ya larga historia, El Siglo ha sido un instrumento de los trabajadores y los sectores populares, condición por la que nunca se ha planteado como propósito principal la acumulación de utilidades a través de la participación en el mercado editorial. Es también conocido que a El Siglo no llega publicidad comercial de las grandes empresas, y sólo en excepcionales casos ha recibido pequeños avisos provenientes de instituciones del Estado. Más aún, a lo largo de su existencia ha sido objeto de directas persecuciones antipopulares, la última de estas ocurrida durante la dictadura de Pinochet.
Desde su nacimiento, el periódico ha logrado sortear las adversidades políticas y económicas apoyándose en la conciencia de miles de luchadores que han mantenido funcionando sus prensas, redactado sus crónicas y difundido el semanario inspirados en su compromiso con la necesidad de que los sectores populares y democráticos de nuestro país cuenten con un medio de prensa que les permitiera romper el cerco informativo. En muchos de esos períodos, los redactores, impresores y promotores de El Siglo han realizado su contribución en precarias condiciones materiales, cuando no exponiendo su propia integridad física debido a la persecución, sólo impulsados por su inestimable compromiso con la justa causa de los trabajadores y el pueblo chileno.
Pese a lo señalado, el grupo antes mencionado de trabajadores de El Siglo ha optado por iniciar la huelga y recurrir ante Tribunales planteando a la empresa Siglo XXI, quien oficia legalmente como propietaria del semanario, un conjunto de demandas económicas que esta empresa no se encuentra en condiciones materiales de cumplir, habida cuenta de las condiciones de mercado a las que se encuentra expuesta.
En todo caso es preciso señalar que, además de no tratarse de una entidad con fines de lucro, que ésta no cuenta con excedentes de utilidades y que incluso registra un saldo deficitario en su operación comercial, el que debe ser suplido con el aporte voluntario de lectores y colaboradores cuya contribución es determinante para que el periódico se mantenga en circulación, siempre la empresa ha procurado las mejores condiciones posibles para sus trabajadores recurriendo a otras compensaciones, las que han hecho posible que varios de ellos se beneficiaran con becas de estudio obtenidas mediante canjes con casas de educación superior, licencias para que los estudiantes cumplieran con sus compromisos académicos, flexibilidades horarias, de carga de trabajo y otros similares.
Más aún, varios de ellos comenzaron su desempeño en el proyecto sin contar con la calificación profesional para los cargos que desempeñaron, pero en estos casos siempre primó el criterio de que se podrían capacitar durante el propio desempeño de sus funciones, contando con la ayuda personal que siempre se les prestó, pues unos y otros entendíamos que lo fundamental era la voluntad y el compromiso en favor del objetivo que cumple el periódico.
Lamentablemente, la trastocación de los hechos ha dado lugar a interpretaciones torcidas que circulan públicamente, hecho que en ningún caso contribuirá al desarrollo de la causa a la que El Siglo se ha consagrado a través de su historia, pues estos argumentos, engañosamente presentados, finalmente contribuyen a generar confusión entre los lectores del semanario.
Uno de estos argumentos esgrimidos por el grupo que ha iniciado la huelga, es que la empresa se ha negado a conversar en aras de un entendimiento. Sobre esta afirmación debemos aclarar que se trata de una argumentación engañosa que no se corresponde con la verdad, pues a los involucrados les consta sin excepción que siempre existió esta voluntad, la que se vio alterada sólo cuando ellos optaron por recurrir ante los tribunales para continuar nuestras relaciones a través de ese canal. Una vez trasladado el caso a esas instancias, a la empresa no le queda otro camino que el de acatar lo que éstos determinen.

Siempre será positivo refrescar la memoria y actuar con apego a la verdad. Claudio De Negri. Representante legal de Siglo XXI Ltda.