martes, 30 de octubre de 2007

SEMANARIO "EL SIGLO" - CEPCH...¿HASTA CUÁNDO?

Por: Manuel Ahumada Lillo
Presidente de la CGT

Por estos días hay dos graves problemas que afectan a los trabajadores y sus organizaciones, que están pasado prácticamente desapercibidos. Problemas que no han merecido ni una línea de quienes, a través de correos electrónicos y páginas web, le dan como bombo a la derecha y a la Concertación cada vez que “engañan al pueblo”. Sin embargo, cada vez que “aparece” algo complicado que esté fuera de estos ámbitos, lo esquivan y prefieren callar y no emitir juicios.

No es que sean los únicos casos, ya que el abuso y la explotación son de ocurrencia diaria. De hecho, una huelga de los trabajadores de Carnes RV completó más de 30 días y casi no recibió solidaridad comunicacional. Lo mismo está sucediendo con los trabajadores de BancoEstado Cobranzas, los trabajadores de SEREIN y unos cuántos conflictos más. Es de esperar que la solidaridad material, los dineros y alimentos que sirven para parar la olla no escaseen y permitan a estos trabajadores, seguir creyendo en la organización sindical.

La particularidad de los problemas a los que me refiero está en que en ambos aparece involucrado el Partido Comunista. (Quizás ahí estén las razones que expliquen el silencio cómplice de tantos). Así al menos lo dejan ver diversos artículos de prensa y de internet en los que se relatan hechos que podrían servir de material para novelas de intriga y maldad. Actitudes y acciones más propias de las fuerzas del mal que de los defensores de las causas justas.

El primer caso afecta a los trabajadores del Semanario El Siglo. Con el derecho que les asiste constituyeron su Sindicato, presentaron un proyecto de contrato colectivo, votaron la huelga, pasaron por la mediación y, finalmente, hicieron efectiva la huelga. Hasta aquí nada raro, la lucha de siempre, la pelea diaria del explotado contra el explotador. La cosa se complica al constatar que el empleador de estos huelguistas es quien semana a semana llama a través de sus páginas a los trabajadores "a luchar por lo que es justo".

El problema es serio, no está para nada resuelto y no puede seguir siendo ignorado.

La empresa ha violado todas las normas que se supone existen en el Código para proteger a los trabajadores y la autoridad del trabajo ha sido incapaz de sancionar y castigar ejemplarmente a este empleador contumaz.

"El Siglo es propiedad del Partido Comunista" (así lo entienden los huelguistas y la opinión pública en general), y en "la relación del patrón con sus trabajadores nadie puede inmiscuirse" (de hecho, algunos que no están en el Sindicato trabajarían "gratis" si se les ordena). Pero no puede el patrón venir a ponerse por sobre la legislación para "humillar, menospreciar y descalificar" a quienes haciendo uso de un derecho que está consagrado por ley y que está reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo 23, entre otros), se organizaron y presentaron un proyecto de contrato colectivo.

(A propósito de abuso y violación de derechos, no olvidar lo sucedido al compañero Bascuñán, presidente del Sindicato de Trabajadores la CUT, agredido y despedido por su empleador).

Allá los miembros de la dirección de ese partido que siempre descalificarán y perseguirán a quienes no hacen de la obsecuencia y la sumisión una forma de actuar en política... Lo que no podemos permitir es que estos “patrones” estén haciendo lo que quieran amparados en la pobre legislación laboral que existe y nadie les diga en su cara lo que son.

No dejemos solos a los trabajadores de El Siglo. Es probable que el elástico se vuelva a cortar por lo más delgado y ellos pasen a engrosar la larga lista de cesantes por reclamar derechos. Denunciemos, pidamos y demos solidaridad, moral y material, solo así iremos construyendo instrumentos para que nunca más los trabajadores sean explotados, por ningún patrón, pero sobretodo por esos que se presentan como ovejas siendo lobos.

Para el segundo caso que quiero exponer, me haré ayudar por el correo electrónico que transcribo, que dice más que mil hojas escritas:

"From: pedro ruz
Date: 12-oct-2007 6:00
Subject: Yo Acuso
To: conasinpcch@pcchile.cl

Compañeros de mi partido, tengo que hacer esta carta porque no comparto la orientación entregada por camaradas en cuanto a crear una directiva paralela a otra en la confederación CEPCH, ni que este es el primer paso para hacer lo mismo en la CUT, para las próximas elecciones. Los cuadros elegidos para esto en la CEPCH, no son los más idoneos, en nuestro partido, Recabarren nos enseño que nos debe unir la defensa del obrero explotado, pero hay camaradas jóvenes que los une la ambición de poder, el alcohol y la droga, me refiero a los camaradas JOSE HERMOSILLA, ERNESTO LOI, al camarada JARA, y a varios otros. ¿Quién está financiando a estos camaradas, que vendieron su fuero sindical?, de adonde sacan tanto dinero para sus vicios?, además, es una verguenza el como usan la violencia en contra de los trabajadores, llegando a amenazar a quienes no compartimos sus métodos, como es el de entrar a un local sindical, deserrajando las puertas y queriendo llevarse lo de valor que pudiera haber adentro. ¿Qué hacían en esta acción los compañeros NACHO, PEDRO MUÑOZ, y el camarada MÁXIMO del comunal Salvador Allende?, ¿es acaso esta la orden de mi partido, actuar como delincuentes?. Por lo menos yo no cumpliré esa orden.

Hay varios camaradas antiguos en el partido que hemos conversado y dejaremos de participar en la FETRAM y en la FETRASER, hasta que los camaradas responsables de estas federaciones, se vayan de mi partido, o sean sancionados.

Espero que hagan lo correcto".

Habría que decir para complementar este correo electrónico, que los hechos que aquí se mencionan sucedieron. Que las organizaciones mencionadas no pagaron cuota de participación en el Congreso CEPCH. Que intentaron pasar cheques sin fondos. Que hicieron otra elección, la que fue reconocida por las autoridades del Trabajo, y que hoy existen dos directivas CEPCH. (Ver declaración pública de la CEPCH del 10 de Octubre de 2007).

Nuevamente (aunque ya me gané una querella por esto), demando una explicación, una respuesta, un desmentido a denuncias tan graves. El Partido Comunista debe responder.

Pero también quiero llamar a los que dicen buscar un mundo más justo en donde se respete a los empobrecidos a los abandonados por el sistema, a denunciar estos hechos, a desenmascarar a todos los tránsfugas que van por ahí hablando a nombre del pueblo al que usan de moneda de cambio para satisfacer sus oscuros y mezquinos intereses.

¿Cómo una información como ésta, clara y contundente, fue desechada y se dejó solos y sin apoyo a trabajadores en huelga y a una organización sindical? Es que no hay castigo para este matonaje? Esto no puede volver a suceder.

(*)

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