Por: Hernán Montecinos
Escrutados el 70% de las mesas, el representante de la lista del Partido Comunista, Jaime Gajardo, se imponía cómodamente con la mayor votación individual con 5.843 votos, seguido por Jorge Pavez, representante de la lista “Fuerza Social”, con 2.761, y con la tercera mayoría individual, la representante de la lista de Derecha, Verónica Monsalve con 2.332 votos. En cuarta posición estaría quedando el representante de la Concertación, Pedro Chulak (Partido radical). En la votación por lista, el P.C. estaría obteniendo 5 cargos, contra 4 de la Concertación, 3 de Fuerza Social, 2 de la Derecha y 1 del Partido Humanista. Estas cifras podrían experimentar pequeñas variaciones que no alterarían mayormente esta tendencia.
A mi juicio, dos son los hechos connotativos que marcan esta elección, en primer lugar, la holgada y aplastante mayoría individual de Jaime Gajardo, con poco más del doble sobre su inmediato seguidor, con lo que aporta sustantivamente al arrastre de otros cuatro compañeros de su lista. Este triunfo representa una alta significación para el P.C. y para el mismo Gajardo, tradicionales enemigos, sobre todo este último, de la conducción de Jorge Pavez en el gremio. Como se ha hecho público, tanto Pavez como Gajardo se constituyeron en tradicionales enemigos al interior del gremio, logrando protagonizar álgida y enconadas luchas al interior del mismo, con caracteres más allá de lo gremial en donde, no pocas veces, el carácter político resultaba ser lo más relevante.
El segundo hecho connotativo, es el significado político que tiene la derrota de Jorge Pavez, en su oportunidad precandidato presidencial, y más recientemente, con su propósito declarado de constituir a Fuerza Social como un nuevo conglomerado político, y sus mismas pretensiones de obtener un cargo de representación popular. Con esta derrota, sus pretensiones políticas personales se ven muy disminuidas, y la misma intención de Fuerza Social, por constituirse en un nuevo partido político (Junto a la Surda y Nueva Izquierda), a lo menos tendría que repensarse nuevamente, a la luz de las nuevas condiciones coyunturales, y la eventualidad misma de constituirse ello en un verdadero suicidio político, de persistirse en tal dirección.
Ahora bien, ya en un plano de análisis político más profundo, este significativo triunfo del P.C. en uno de los mayores gremios del país, curiosamente le plantea al mismo una disyuntiva que no se puede soslayar. Sabido es que Jaime Gajardo sostuvo una permanente línea, al interior del gremio, de independencia frente al gobierno de la Concertación, en contrapartida a los irrefrenables coqueteos que Jorge Pavez empezó a sostener, cada vez más, con el gobierno de la Concertación, fundamentalmente, con la misma presidenta Bachellet. No se puede pasar por alto, que la línea de independencia de Gajardo fue en último terminó lo que gravitó en que un mayor caudal de votos se allegaran para él y la lista del P.C. Sin embargo, esta línea de Gajardo, al interior del gremio, cual paradoja, contrasta con la actual línea política implementada por la actual dirección del P.C., en cuanto a mostrar cada vez más un sostenido acercamiento con el Gobierno de la Concertación, justo en los momentos en que este último está mostrando su mayor incapacidad y sus mayores debilidades lo que le ha traído una sostenida baja en las encuestas.
Como sabemos esta actual línea del P.C ha traído mucha confusión en sus militantes, sobre todo, en los jóvenes, y también, por cierto, en el mundo comunista no militante que, a mi juicio, es el mayor dentro del mundo comunista mirado en su conjunto. Todo esto aparece como un complejo cuadro que resultará ser un nuevo desafío a resolver lo más prontamente por la actual dirección del P.C., en cuanto a la urgencia de aquietar las aguas en sus propias filas, y más allá de ellos, también sobre ese inmenso conglomerado de no militantes sobre los cuales ejerce notoria y no menor influencia. Si no se atendiera esto último, se corre el riesgo que en un futuro próximo al P.C. le pueda pasar lo mismo que a Pavez, esto es, una caída vertical en las adhesiones como pago de precio por estarse apegando a las faldas de un gobierno que, además de corrupto, no tiene la voluntad política para hacer las grandes transformaciones que desde el mundo de la izquierda necesitamos y reclamamos.
Por último, dejo constancia que por situación análoga, tanto el Partido Comunista francés y el italiano, otrora los más poderosos partidos comunistas del mundo occidental, hoy viven la tragedia de quedar reflejados como una muy mínima expresión en sus respectivos países, precio que han debido pagar por pactar alianzas espurias con los oficialismos seudo izquierdistas y de la socialdemocracia. Ojalá el Partido Comunista chileno aprenda de todas las experiencias que han quedado reflejadas con toda su evidencia. De no contemplarlo así, corre el riesgo que en un futuro inmediato, aquello que hoy aparece como un gran logro, como lo es el caso de las elecciones en el Colegio de Profesores, al fin y al cabo, se transforme en una victoria a lo Pirro.
domingo, 14 de octubre de 2007
TRIUNFAZO COMUNISTA EN ELECCIÓN DEL COLEGIO DE PROFESORES
Publicado por nancho en 6:51
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