viernes, 19 de octubre de 2007

MEDIDAS PARA COMBATIR LA DELINCUENCIA…¿QUIEN DA MÁS?

GRACIAS POR LA FAVELIZACIÓN

Por: Juan Andrés Guzmán
Fuente: The Clinic N° 218

Si le pregunto qué medida antidelincuencia propone hoy la derecha es probable que usted no lo sepa. Y no tiene nada de raro. En cada crisis delictual hay una nueva batería de ellas. El gobierno las acoge o propone otras muy parecidas y terminan aprobadas por unanimidad en el congreso. Luego viene otra crisis. Ahora que si lo piensa bien, en eso si hay algo raro. Porque ¡todas las medidas antidelincuencia se aprueban! Usted puede constatarlo en la prensa: La derecha pide ¡mil carabineros! Y la Concertación dice ¡Dos mil y 5 cárceles más! La derecha quiere bajar la edad de responsabilidad penal a los 15 años y para que no haya peleas, quedamos en 14. ¿Quiere subir los años de cárcel para la droga? ¡En qué topamos, hombre! Desde 1990 hasta ahora todos los delitos más graves han subido sus sanciones. Ahora por robar un balón de gas adentro de una casa alguien se puede ir 10 años preso y si a alguien lo pillan con marihuana se puede ir 5 años. Entonces, ¿Por qué volvemos a tener una crisis delictual? ¿Por qué mataron al cabo Vera?
En la delincuencia ocurre lo mismo que con la economía: la Concertación administra un modelo que inventaron en la derecha. Pero aquí es peor. Porque en la economía se ven énfasis distintos, acentos en la equidad, en el rol del Estado. En la delincuencia la Concertación carece de ideas propias, de convicciones. En la delincuencia toda alza de sanción, toda disminución de las libertades, todo nuevo carabinero que propone la derecha, ha sido aceptado por la Concertación, que además le pone de su cosecha, por ejemplo, en la cantidad de cárceles construidas. De hecho, si mira atentamente, a Harboe y Espina, por personalizar la cosa en los que llevan el pandero, notará que están cada vez más iguales no sólo ideológicamente, sino físicamente.
Lo que realmente sorprende, entonces es cómo Espina puede sostener que Harboe fracasó contra la delincuencia, cuando lo que tenemos al frente es el fracaso de una misma y única forma de combate al delito. Una forma que ha implicado gastar miles de millones de dólares fiscales y otros tanto privados que han llenado la ciudad de rejas, guardias, perros, alarmas.
Y sin embargo, mataron al cabo Vera ¿Qué es lo que no cuadra? ¿Qué está faltando? Pues es obvio: más policías, más mano dura, más ponerse los pantalones. Gastar más plata.
Eso también es muy curioso. En educación, en salud, en transporte, a cada peso puesto se le exige resultado equivalente. Aquí nadie lleva la cuenta del costo de las viriles medidas que se proponen ni analiza su eficacia. Aquí pasa como con la selección chilena. La apalean y la humillan. La gente siente vergüenza. Pero al siguiente campeonato, ahí está la Coca Cola convocando a los Chileeeenos a apoyar patrióticamente a la roja de todos.
Después de centenares de reformas a la ley para hacerla más dura, después de ¡44 planes de seguridad! matan a un carabinero de un balazo. Entonces viene Harboe y nos convoca patrióticamente a luchar contra el delito. Y viene Espina y dice que Harboe fracasó.
En el fútbol se entiende, porque finalmente desde los canales a los auspiciadores, todos hacen su negocio. Pero ¿quién hace el negocio en el delito? ¿A quién le conviene este botadero?
Y mientras Espina y Harboe realizan por milésima vez el mismo show ya esta aquí lo que se encuentra en toda Latinoamérica, desde Río Grande hacia el sur, desde Tijuana y la mara salvadoreña a las Villas Miseria de Argentina; desde los sicarios de Medellín o Mertallo como llaman ellos a su ciudad, a las favelas de Río y Sao Paulo. Jóvenes pistoleros. Niños locos que le pueden disparar a un carabinero no por protestar o por marcar territorio, sino porque es entretenido y choro y es como dispararle a los patos en la feria. Hemos gastado miles de millones de dólares y a pesar de eso tenemos ahora estos mini ghettos, estas trincheras, estos lugares donde se incuban pendejos que le disparan a las personas como patos y que le dispararían a usted de la misma manera porque para él usted vale un huevo, lo mismo que para nosotros vale él y por eso hemos dejado que Espina y Harboe sean los que manejan este tema.
A lo mejor me equivoco, pero no sé de ningún país que se haya librado de la favelización, por ponerle un nombre a este desastre.
Después de tanta plata perdida inútilmente, no deja de ser curioso también que aquí nunca el tema central sea la plata. Que aunque esta nueva crisis delictual sobreviene en el mismo momento en que hemos estado discutiendo sobre el salario ético, sobre nuestra pésima distribución, nadie haga el link, nadie junte los pares, nadie diga que ese es un tema central para un plan antidelincuencia viable.
De hecho, si le pregunto que cree que tenemos que hacer en Pudahuel Sur, donde mataron al cabo Vera, o en Lo Hermida, donde hubo disparos de armas automáticas, es probable que me diga que hay que ponerle más mano dura. Aunque todas las estadísticas muestren que eso es un fracaso, aunque ese sea el camino más probable a tener favelas, o maras, es posible que más cárceles y más policías aplaquen los miedos de hoy.
Personalmente creo que hoy, el único lugar de donde pueden salir medidas que eviten nuestra favelización no es del patético show de planes y contra planes de Espina y Harboe, sino de los acuerdos nacionales, de los pactos sociales a los que se llegue a partir del trabajo de la comisión de Equidad.

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