jueves, 13 de marzo de 2008

CONGRESO PS: ¿CON LOS OPRIMIDOS O CON LOS OPRESORES?

Por: Roberto Avila
Fuente: ElClarin.cl (12 de marzo de 2008)

El PS de Chile celebrará su XVIII Congreso General. No es un evento más si consideramos el estado actual de la sociedad chilena y la actitud oficial del partido ante ello. La cuestión fundamental que debemos resolver es de qué lado estamos: con los opresores o con los oprimidos. Esta pregunta que resulta dura para cualquier organización de izquierda requiere hoy, y lamentablemente, ser formulada al conjunto del socialismo chileno.

Los 12 grupos económicos más importantes del país han duplicado sus ganancias en los últimos dos años. La noticia seria muy buena si los trabajadores hubieran aumentado los suyos también al doble. No menos de 843 mil chilenos tienen ingresos de menos de 500 pesos diarios y el 79% de los trabajadores ganan menos de 300 mil pesos mensuales. En medio de esto la Iglesia Católica sugiere un sueldo ético de 250 mil pesos mensuales, Evelyn Matthei descalificada personalmente al cardenal, en tanto más sutiles los operadores del socialismo oficialista dicen que ese ingreso ya está si contamos los subsidios; dos formas de defender lo existente.

El 70 % de la producción de Cobre se la llevan compañías extranjeras sin pagar un peso y eludiendo toda tributación mediante escandalosas maniobras tributarias, el gobierno nada dice, ni mucho menos hace.

Después del gigantesco movimiento de los pingüinos la respuesta gubernamental fue primero enfriar las cosas y luego desenfundar la propuesta real que no era otra que profundizar el neoliberalismo en la educación según quedó graficado en las manos entrelazadas y alzadas en señal de victoria del timonel de PS y de Renovación Nacional. El PS había acordado en un Concejo General repudiar el lucro en la educación.

El PS promovió la depreciación acelerada que no era sino aumentarle las ganancias a las grandes empresas, con don Sebastián incluido, porque el senador Ominami dijo con toda dignidad NO, se desataron los furcios del olimpo de los administradores del capital monopólico.

La política internacional del gobierno de Chile se orienta en los parámetros del gobierno del G. W Bush. Por razones ideológicas ajenas al interés nacional no se quiso entrar al Banco del Sur. La presidenta Bachelet se negó a inaugurar el Hospital Salvador Allende en Venezuela; trabajan muchos cubanos allí dijo el canciller chileno. En cosas como estas estoy con el presidente Allende y no con la presidenta Bachelet, teniendo en cuenta, entre otras cosas, que en el gobierno de la Unidad Popular, agredido de mil formas y que en tiempos tan convulsionados emprendía al construcción del socialismo, no existió ni un sólo caso de corrupción, ni grande ni chico, ni aquí ni allá.

Ha muerto, bajo balas policiales, el joven estudiante universitario mapuche Matías Catrileo Quezada. El subsecretario de Interior ha dicho que fue un enfrentamiento, como si esto fuera posible entre una pedrada y un fusil automático. El carabinero ya en libertad ha sido repuesto en sus funciones. Si Lautaro, Lientur o el gran Pelantaro cabalgaran de nuevo, ¿de quien es la responsabilidad?. Gobernar es más que cortar cintas.

Ante esto la dirección socialista promueve apoyo incondicional e irrestricto al gobierno. Porque soy un hombre de izquierda, porque estuve preso bajo la dictadura, porque me niego a dejar de pensar, porque aún me duelen las injusticias respondo NO.

Apoyo en todo lo que la presidenta impulse a favor de los trabajadores, los jóvenes y la ciudadanía, en todo lo que sea integración latinoamericana, en profundizar la democracia, que el gobierno resuelva entonces cuando me será posible apoyarles.

Se ha gobernado con los criterios culturales de la derecha, se han nombrado a sus funcionarios, pues bien, sobre esa política de claudicación caerá la responsabilidad de que Chile llegue a tener el único gobierno de derecha del continente.

Al igual que en el crudo invierno de 1977, cuando ingrese a nuestra organización, cuando no habían cargos sino riesgos y penurias, digo ahora que renuevo mi compromiso con los ideales socialistas, aunque me lluevan rieles. No queremos cargos sino un puesto en la lucha social por la construcción del socialismo.

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