REFLEXIONES SOBRE EL CONFLICTO COLOMBO-ECUATORIANO

Por: Jorge Coulon L.
(06.03.08)

Algunos puntos fijos (en mi modesta opinión) en el conflicto colombo-ecuatoriano

1.- Es inadmisible que un país penetre enterritorio de un país vecino con el que tienerelaciones diplomáticas regulares.En más inconcebible aún que lo haga en unaoperación militar en la que se pierden vidas humanas.Es inaceptable también que se pretenda justificardicha flagrante violación de las normas máselementales que rigen la convivenciainternacional, acusando a un país soberano sobrela base de supuestas evidencias obtenidas de esamisma acción ilegal. No olvidemos la máxima queestablece que la primera víctima de la guerra esla verdad. La guerra transforma todo en guerra ytoda argumentación en propaganda.El gobierno colombiano no puede transformarse enel sargento de Sudamérica (no olvidemos las"evidencias" de armas de destrucción masiva enIrak). Existen los mecanismos y losprocedimientos propios de la convivencia entrepaíses civilizados. Saltarse esos mecanismos es saltar al vacío.

2.- Es un hecho palpable y evidente que lapoblación colombiana está cansada de la violencia.Ya no hay explicaciones que logren superar esecansancio, la inmensa mayoría de los colombianosno quiere más guerra, no quiere más secuestros,no quiere más atentados. Es un sentimiento quesupera cualquier razonamiento o explicación.El éxito electoral de Uribe se basa en suhabilidad para haber captado ese sentimiento

3.- Brasil, Bolivia, Venezuela, Uruguay y elmismo Ecuador son una prueba fehaciente de que enAmérica Latina no están cerradas las puertas a undesarrollo de la democracia por caucesinstitucionales. Es el camino más largo ydifícil, pero es el único camino. La violenciaarmada ha llevado a Colombia (y antes aGuatemala) a una violencia endémica que nunca seresolvió a favor de los desposeídos, pero que sidio patente de legitimidad a todo tipo de abusosy a la proliferación de bandas armadas alservicio de la extrema derecha y el narcotráfico.

4.- Es evidente que la existencia de un ejércitosemi regular de 50.000 efectivos, que tiene unahistoria de 60 años de organización y acción,como las FARC no puede ser despachado como unsimple problema de orden público ni con laetiqueta simplista de "Grupo Terrorista". LasFARC son un producto de la Historia de Colombia,no un capricho de Tirofijo. Una nación que seprecie de tal debe saber asumir su Historia. Al sentimiento nacional colombiano que pide, conla legitimidad de un sentimiento visceral, el finde la violencia, hay que responder con un planresponsable de desarme y asimilación de esarealidad militar a la vida institucionalcolombiana. Pero sin trampas, sin caballos deTroya, sin ser cabeza de puente del desembarco delas tropas estadounidenses en territorio sudamericano.Ese remedio puede matar definitivamente alenfermo. (Que en este caso es Sudamérica y su frágil libertad republicana)

5.- La guerra sólo favorece a los señores de laguerra, corporaciones, traficantes de armas,integristas religiosos y políticos. La guerraacarrea al pueblo más sufrimientos aunque seproclame como su defensora o la defensora de"valores superiores". Es necesaria la militanciaactiva en las filas de la paz. En la concienciade que más violencia sólo significa mássufrimientos para los más débiles y más poderpara los poderosos. Significa pretexto paraintervenciones imperiales que en el futurotenderán a ser definitivas. La guerra es el grannegocio, la gran inversión del Siglo XXI (sisiempre lo fue, hoy es groseramenteevidente) hacerle el juego a la guerra eshacerle el negocio a las corporaciones y tirarun salvavidas de plomo a los sectores populares y de trabajadores. Hoy más que nunca la izquierda, el mundoprogresista necesita menos consignas y másinteligencia política, no está en juego el futurode la izquierda, está en juego nuestrasobrevivencia como naciones independientes y (medianamente) soberanas.